El chiste se cuenta solo: nominan al jefe de la OTAN para el Premio Nobel de la Paz
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Desde Noruega llega la 'buena nueva'. El diputado Abid Raja del Partido Liberal, ha nominado al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, para el Premio Nobel de la Paz por sus "esfuerzos" para detener el conflicto en Ucrania. Lo que para cualquier analista serio ha sido una agenda guerrerista, para el político noruego ha sido una pacifista. ¿Premio Nobel bastardeado? Fuera de Ucrania, el jefe de la OTAN ha sido "la fuerza más importante para la paz" en el país. Para argumentar, el político noruego sacó a relucir el itinerario guerrerista de Stoltenberg, al indicar que "ha viajado a Turquía, el Reino Unido, EEUU y varios otros países en un intento de iniciar negociaciones que pudieran" poner fin al conflicto, señaló un entusiasta Raja al diario VG. "Jens Stoltenberg ha trabajado intensamente por la paz en Europa, se ha esforzado por reducir los conflictos y construir unidad entre los países de la región. Hay pocas personas que hayan hecho más por la paz mundial en el último año" que el secretario general de la OTAN. "Es una declaración bastante propagandística, pero hay que entenderlo en el contexto de lo que es", indica al respecto el Dr. en Geopolítica Rolando Dromundo. El analista apunta que "es relativamente fácil proponer candidatos al Premio Nobel de la Paz". "Ese es un motivo por el cual llegan a haber decenas y decenas de candidatos. Eso suele pasar por la manera en que se lleva el proceso. 'Esta cosa' permite justamente que muchas organizaciones se permitan promover" sus candidatos, detalla el experto. "A final de cuentas, entre todos los Premios Nobel, [el de la paz] es el que tiene justamente una característica más política, por eso se le da el matiz que diferentes fuerzas y propuestas políticas son lanzadas sin que esto tenga algo que ver forzosamente con la paz. La OTAN es una organización militar que creció en el seno de la Guerra Fría, y como tal, buscó una expansión y hegemonía militar en el planeta; no tiene ningún sentido vincularlo a una cuestión de paz", sentencia Dromundo.