El jardín europeo se marchita y EEUU le echa más pesticida
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Europa puede morir. Lo sentenció el presidente de Francia, Emmanuel Macron, advirtiendo que eso ocurrirá si no se toman ciertas medidas ante las grandes transformaciones en el mundo actual. Añadió que existe un riesgo inmenso de que Europa sea debilitada, o incluso relegada porque "estamos en un momento sin precedentes de agitación en el mundo". Europa, de jardín florido a desierto sin vida Lo que dice Macron que puede pasar en un tiempo en Europa, es algo que en realidad ya está pasando, apunta el Dr. en Sociología Sergio Fernández Riquelme. "Macron, con su estilo tan engalanado, está advirtiendo de una situación que ya se está dando. Europa es un vasallo. Date cuenta que, el inglés, solo habiendo una nación de habla inglesa [entre los Veintisiete] que es Irlanda —además de su idioma original—, se ha convertido en la lengua de facto de la Unión Europea [UE]. Las empresas norteamericanas campan a sus anchas, sus modas, sus valores culturales. Es una colonización cultural, económica, y también política", advierte el también historiador y escritor. Según el inquilino del Elíseo, el mundo atraviesa tiempos de aceleración de grandes transformaciones. "Una Europa poderosa es simple: es una Europa que se hace respetar y garantiza su propia seguridad; es una Europa que acepta que tiene fronteras y las protege; es una Europa que ve los riesgos a los que está expuesta y se prepara para ellos", aseveró. Con esas palabras, Macron da a entender que en realidad la OTAN no protege a Europa lo suficiente, de tal modo que debe empezar a buscarse la vida por su lado para garantizar su seguridad. Entonces, se abre la interrogante de si el jardín del que alardeaba el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, existió alguna vez, y si existió, parece que se marchita a alta velocidad. "Sería un jardín del Edén, porque recordemos que fuimos expulsados del jardín del Edén y posiblemente ya no esté aquí [en Europa], sino en otras partes del mundo, donde además no nos dejan entrar porque han descubierto que esa expansión de los valores de la UE, significan básicamente neocolonialismo. Pero Macron utiliza de nuevo ese lenguaje, esas palabras bastante vacías para defender una Europa que ya no existe", concluye Fernández Riquelme.