'Escalada' que aterra a Occidente: Rusia–China y un fortalecimiento histórico de sus relaciones
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El canciller de Rusia, Serguéi Lavrov, visitó China donde mantuvo reuniones con el presidente, Xi Jinping, y con su par chino Wang Yi. Esta visita ha servido para confirmar que las relaciones entre Moscú y Pekín han alcanzado un nivel sin precedentes, según afirmó el jefe de la diplomacia rusa. Bastión Moscú–Pekín En el inicio de sus conversaciones con su par del gigante asiático, Lavrov afirmó: "Gracias a los líderes, las relaciones ruso-chinas de asociación integral e interacción estratégica han alcanzado un nivel sin precedentes, sin exageración alguna. Y con la reelección de [el presidente ruso] Vladímir Putin, la continuidad de la línea para su fortalecimiento integral, por supuesto, recibió garantías adicionales". En opinión del analista internacional Manuel Monereo, Lavrov es un diplomático de enorme experiencia con un conocimiento muy exacto de lo que ocurre en el mundo. "Sobre todo, hay que escucharlo siempre. Aunque el lenguaje de los diplomáticos suele ser un poco críptico, en el fondo a él [Lavrov] se le entiende todo perfectamente, y dice las cosas con suficiente claridad para interpretarlo de una manera veraz", apunta el experto. "Lo que quiero decir es que la reelección de Putin, lo que demuestra es la solidez del líder, y la comprensión que siente el pueblo ruso ante la política que está llevando su Gobierno. En el fondo, las elecciones rusas […], y así se han comportado los actores, han sido un referéndum sobre Putin y la política internacional de Rusia. Y obviamente, el resultado final ha sido bastante espectacular en favor de esta unidad, de esta comprensión, yo diría de esta 'complicidad' del pueblo ruso con Putin", señala Monereo. Mientras, en su reunión con Lavrov, su par chino, Wang, aludió a la cooperación bilateral en la escena internacional. "En el marco de la presidencia de Rusia en los BRICS y de la presidencia de China en la OCS [Organización de Cooperación de Shanghái] a partir del segundo semestre del año, nos brindaremos un fuerte apoyo mutuo y aumentaremos nuestra interacción multilateral", avisó. "En el fondo, aparece un viejo 'problema' de la geopolítica, que es la importancia de Eurasia. Lo que se está produciendo es una recalibración de las claves estratégicas de Eurasia en torno a un trípode de fuerzas político–estatales, que además son viejas culturas muy enraizadas, y con proyectos civilizatorios muy precisos. Estoy hablando, por un lado, de Rusia, de China, pero también de Irán. […] Este trípode, que en principio es defensivo, cada vez más está dándole la vuelta y está pasando a la ofensiva, con proyectos unitarios propios que apuntan a un nuevo orden económico, social, internacional, no hegemonizado por los EEUU", concluye Monereo.