Europa vuelve a la Edad Media: Ursula von der Leyen, la señora feudal que someterá a sus ciudadanos
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Ursula von der Leyen marcó su territorio. Al momento de presentar a su nuevo equipo para la Comisión Europea, acalló en el acto a quienes dudaban de quién estaba realmente al mando en Bruselas. Para ello, la alemana realizó toda una serie de movimientos previos que dinamitó a la disidencia. Incluso sometió al propio Emmanuel Macron. Sin límites Cuando desveló los nombres de los 26 comisarios y sus funciones, algo quedó claro: von der Leyen tendría un control absoluto, sin peros, sin disidentes, sin trabas sobre la política de la Unión Europea. Y todos aquellos que una vez alzaron la voz en su contra, fueron exiliados sin piedad. En cuestión de minutos, introdujo un gran cargo con poca responsabilidad sobre uno de los países más poderosos de la UE, apoyó a sus amigos y diluyó las carteras poderosas dividiéndolas entre varias personas. Así se las gasta la 'democrática' von der Leyen. Fue el momento culminante de un trabajo fino de meses, de estrategia pública y privada, para cortar de raíz las voces disidentes de su primer mandato como presidenta de la Comisión Europea. Del primer equipo no queda ninguno de quienes osaron enfrentarla. Envió a la papelera a grandes personalidades como el francés Thierry Breton y el holandés Frans Timmermans. Especialmente implacable fue con su 'aliado', el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien, junto a quien a la sazón era la canciller alemana, Angela Merkel, presionó para que von der Leyen recuperara el trabajo en la Comisión en 2019. La víspera de su anuncio, Francia cambió a Breton por el menos experimentado Stéphane Séjourné, a quien von der Leyen le había garantizado un papel más poderoso si su mayor crítico interno era despedido. Pero los funcionarios franceses entienden que von der Leyen troleó a Macron, dándole a su protegido Séjourné un trabajo más débil que el que tenía Breton. Macron "sustituyó a alguien que se atrevió a enfrentarse a von der Leyen por alguien con una personalidad mucho más débil", un diplomático de la UE, al indicar que el gran temor de París antes de las elecciones europeas de junio pasado era una von der Leyen envalentonada. "Tendrá aún más control sobre todo. ¿Quién hubiera pensado que eso era posible?", dijo un funcionario europeo quien prefirió permanecer en el anonimato, según medios occidentales. Von der Leyen ya tenía en Bruselas el apodo de 'reina Ursula'. El analista internacional Carlos Martínez advierte que Europa vive una involución. "Yo no diría tanto al feudalismo, pero sí que estamos viviendo una involución de democracia, de derechos humanos, de libertades. Una involución desde aquellos mejores momentos de Europa que fueron poco después de la Segunda Guerra Mundial, porque estaba presente el pasado nazi, del fascismo". "En España tardamos mucho más en eliminar al franquismo, pero estaba todo muy reciente todo el shock que supuso el ascenso del nazismo, y por supuesto la construcción del bloque soviético. Entre ambas circunstancias, en Europa occidental se vivió una época de oro, de crecimiento. Dentro del capitalismo hubo una cierta mejora de los derechos de los trabajadores, los derechos humanos, de la social democracia, se crearon los tribunales constitucionales. A medida que han ido pasando generaciones, se ha ido olvidando lo que supuso aquella edad oscura que también en el fondo sí que era muy feudal. Lo que piden los más reaccionarios, los fascistas, los nazis, los franquistas, es algo como volver a la época feudal. Nos hemos ido acercando a repetir los mismos errores de la Europa de entreguerras", concluye Martínez.