Julian Assange es libre: ¿acto humanitario o de conveniencia política de Biden?
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Tras 12 años entre el limbo y el infierno, Julian Assange es hombre libre. El procedimiento para acabar con tanto calvario se despachó en unas pocas horas y el mundo entero celebró. Pero, ¿se trató de un acto humanitario de EEUU, o de pura conveniencia política en año electoral, sumado a su complicidad en asesinatos de civiles rusos y palestinos? Un día anhelado El 'pecado capital' de Assange, que le llevó a correr el riesgo de ubicarlo en el corredor de la muerte, fue desenmascarar crímenes de guerra y demás graves delitos de EEUU, lo que llevó a Washington a ejecutar una de las tantas maneras en las que procede cuando alguien muestra su verdadera cara. En lo que fue un mero trámite, el periodista australiano compareció ante un tribunal en Saipán, en las Islas Marianas del Norte, un territorio no incorporado de EEUU donde se declaró culpable de un solo cargo de conspiración para obtener y difundir información de defensa nacional. Assange afirmó que nadie trató de sobornarlo, intimidarlo o coaccionarlo para que admitiera su culpabilidad. Al anunciar su veredicto, la jueza Ramona V. Manglona declaró que la sentencia a Assange equivalía a la misma cantidad de años que ya ha pasado en la cárcel hasta ese momento, sin el período de libertad vigilada. "Con este pronunciamiento parece que podrá salir de esta sala de tribunal como un hombre libre. Espero que se restablezca la paz", dijo. El analista internacional Koldo Salazar denuncia que, aparte del calvario vivido por Assange durante más de una década, "se le echó muchísima mala prensa". "Se realizaron operaciones de asesinato social, en el sentido de ser acusado de violaciones, etc., y eso forma parte de lo que es el relato de este caso que destapó realmente la verdadera cara de EEUU, y que le hizo mucho daño, no solo mediáticamente, sino incluso diplomáticamente frente a otros Estados soberanos que también son aliados de ellos". Al enumerar una serie de conflictos desatados por EEUU, algunos de ellos internos, como la crisis económica o la migratoria, y externos, como su guerra contra Rusia con Ucrania como agente proxy, las provocaciones a China a través de Taiwán, y la autorización implícita al genocidio de palestinos, Salazar advierte que la liberación "de Julian Assange tiene que ver precisamente con lograr que cierta élite intelectual urbanita, crítica con el Gobierno, pero que políticamente es muy activa, se involucre en las elecciones y por lo menos pueda mover votos".