¿Locura total?: Borrell vuelve a insultar a la 'jungla' y a la vez le pide ayuda para el 'jardín'

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El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien hace no mucho decía que Europa es un jardín, al que hay que salvar de las hordas salvajes del resto del mundo, que es una jungla, parece que acaba de darse cuenta que el territorio que representa está en grave riesgo y ha decidió pedir ayuda a alguno de los países que insultó en su momento. Te insulto, y vuelvo a insultarte Cómo insultar y piropear en dos líneas y no morir en el intento. Fue lo que logró con un éxito magistral, en un alarde de dialéctica elástica, el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, frente a representantes de países de Asia Central. Una receta que utilizó para atraerlos hacia sí, para abrirle otro frente a Rusia. Absolutamente consciente de que las sanciones impuestas por el bloque comunitario a Rusia ha sido todo un cañonazo en el pie, ahora sale a mendigar ayuda fuera del jardín, y para conseguirlo no se le ocurrió mejor idea que insultarlos. Otra vez. Dijo Borrell, con su conocido talante discriminador, disparó: "Asia Central se ha convertido en un socio crucial para nosotros. Hace cuatro años, cuando vine a Bruselas, Asia Central estaba un poco en medio de la nada, y ahora está en medio de todo. Son la piedra angular entre Europa y Asia. Todo lo que importa entre Europa y Asia pasa por ustedes. Y es por eso que nuestra asociación es tan importante para nosotros". Dicho de otra forma, vino a decirles en su propia cara a los altos representantes de Kirguistán, Uzbekistán, Kazajistán, Tayikistán y Turkmenistán, que hasta hace poco no eran nadie, y que ahora gracias al conflicto que le montaron a Rusia en Ucrania, ahora se han convertido en alguien conveniente y de quienes Europa necesita como agua de mayo. Así, Borrell les explicó que para que las sanciones contra Rusia sean eficaces, el bloque comunitario necesita "plena cooperación" de 'sus socios'. Otra vez, ahora son 'sus socios', cuando hace dos telediarios eran nadie. La diplomacia de Borrell cada vez luce más. "Tenemos que invertir mucho más en conexiones físicas entre Europa y Asia Central para permitirnos superar dependencias pasadas, diversificarnos y encontrar nuevas alternativas para el transporte, la energía y las cadenas de suministro", lanzó. O sea, le está pidiendo que cometan la misma torpeza que Europa, así pueden pagar más caros los recursos energéticos de EEUU, siempre y cuando tengan qué venderles. El analista internacional Marcelo Ramírez admite que "es bastante complicado explicar si uno intenta mantener una cierta dosis de coherencia", la diplomacia de Borrell, que pasa por insultar a sus interlocutores, mientras les pide ayuda. "Lo que hace Borrell es utilizar una habitual doble vara de 'las cosas son buenas o malas, de acuerdo a nos favorezcan a nosotros, o no'. Si es necesario en algún momento, son la jungla y son los enemigos, y por otro lado, cuando los necesitamos para hacerle daño a otro, en ese momento parece que a la jungla la empezamos a ver como a un jardincito, que si lo podamos un poquitito va a estar más lindo y más decente", ironiza Marcelo Ramírez.

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