Oriente Medio y Asia–Pacífico, donde EEUU se ahoga sin remedio

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Las maniobras conjuntas 'Cinturón de Seguridad Marítima–2024' en el golfo de Omán entre Rusia, China e Irán, demuestran el nivel de las relaciones entre estos países, y es todo un mensaje para el Occidente colectivo. Mientras, Pekín criticó la ayuda de defensa de 100 millones de dólares a Taiwán incluida en el presupuesto de EEUU para 2025. Houston, tenemos un problema La finalidad de las maniobras 'Cinturón de Seguridad Marítima-2024' es "fortalecer la seguridad regional, promover la cooperación colectiva y mostrar capacidades para dar un apoyo concertado a la paz mundial y la seguridad marítima", según medios iraníes. Durante las maniobras, los barcos de guerra de los tres países realizarán disparos contra objetivos de superficie y aéreos, además de practicar tácticas de liberación de una embarcación retenida por piratas, informó por su parte el Ministerio de Defensa de Rusia. "Vamos viendo un posicionamiento donde se le marca a Occidente que hay fuerzas 'del otro lado' que también pueden enfrentarlos, aún en el área que Occidente es más fuerte, que es en el área marítima. […] De alguna manera [con estas maniobras, Rusia, China e Irán] están buscando combinar y coordinar acciones en función de empezar a equilibrar la balanza en las aguas de Medio Oriente", expresa el analista internacional Marcelo Ramírez. En este contexto, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China rechazó el intento de EEUU de "superar a China" y prometió tomar medidas para salvaguardar firmemente su soberanía e integridad territorial en la cuestión de Taiwán, luego de que la Casa Blanca publicara su propuesta de presupuesto para el año fiscal 2025, que incluye miles de millones de gastos para su estrategia Indo–Pacífico para contener a China y una solicitud de 100 millones para armar a las autoridades de Taiwán a través del Financiamiento Militar Extranjero [FMF], un mecanismo reservado para naciones soberanas. En opinión del analista, "la capacidad y la modernización de las unidades chinas, más la operación cerca de sus costas, le da una ventaja cualitativa. Cada vez es más difícil para EEUU poder garantizar una presión sobre China, está muy lejos de tener la capacidad de poder hacer lo que hizo en la guerra del Golfo, que sería bombardear y destruir las defensas de una nación. Las capacidades antibuques de China, los sistemas de armas combinados que maneja, inclusive la propia adaptación de cazas de quinta generación con el objetivo de poder funcionar como interceptores, le da una ventaja que es decisiva". "Todo esto son señales de que la cosa no está bien y sería bueno que EEUU acepte que su tiempo ya ha pasado y reconfigure su política exterior", zanja Marcelo Ramírez.

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