Trump y Groenlandia: "Demuestra que los aliados de EEUU son de usar y tirar"
Ajedrez de geopolítica - En podcast af Ajedrez de geopolítica

El presidente electo de EEUU, Donald Trump, parece estar realmente decidido a arrancarle Groenlandia a Dinamarca. Lo que muchos en un principio interpretaron como otra de sus manifestaciones de corte sensacionalista, poco a poco ha puesto a temblar a sus socios europeos, quienes no se animan a alzarle la voz, cuando aún no asumió el cargo. Europa prueba de su propia medicina Desde Europa, en sus declaraciones, han reaccionado con la boca chiquita a esta iniciativa de Trump, pero están bebiendo a boca grande de su propia medicina. Así lo han dejado patentes declaraciones que salieron desde París o Berlín, sin mencionar las de Londres, que dicen que no tienen nada que decir al respecto. En este sentido, el vicepresidente del Senado de Polonia, Michal Kaminski, expresó: "Donald Trump está empezando a poner en duda el orden mundial, según el cual la ubicación de las fronteras de los Estados no está determinada por lo fuertes que sean estos Estados, sino por un cierto orden y justicia". De posibles sanciones o aislamiento internacional a EEUU ante estas posibles acciones del futuro Gobierno de Trump, nada. Europa es demasiado previsible. El analista internacional Paco Arnau apunta que estas iniciativas de Trump confirman que "EEUU no tiene aliados, tiene intereses, y que sus aliados son de 'usar y tirar'". "Se atribuye a [el exsecretario de Estado de EEUU Henry] Kissinger la famosa frase de que hay algo peor que ser enemigo de EEUU, que es ser su aliado. Esto lo están sufriendo en sus propias carnes ahora mismo el Gobierno danés", explica el analista."Han elegido a Dinamarca como su víctima propiciatoria, aparte de la importancia estratégica y energética de Groenlandia, porque es uno de los Gobiernos europeos más rendidos a los pies de EEUU. Lo que pasa es que los Gobiernos europeos ahora mismo tampoco pueden exigir respeto ante quién han estado arrodillados durante la última década. Cómo les van a respetar si prácticamente se han caracterizado por su servilismo, su debilidad, y por anteponer los intereses de EEUU a los intereses nacionales de sus propios países", concluye Arnau.