14 de mayo de 2018- La embajada de Estados Unidos se trasladó a Jerusalén

En el 70 aniversario de la Declaración de Independencia de Israel, el presidente Donald Trump cumplió su promesa de campaña al trasladar la Embajada de EE. UU. de Tel Aviv a Jerusalén. Aunque Israel ha hecho de Jerusalén su capital desde 1949, y la declaró como su capital en una de las Leyes Básicas, pocas naciones reconocen este reclamo. Un pequeño número de países tuvo sus embajadas en Jerusalén, muchos trabajando desde Tel Aviv y viajando por 50 minutos a Jerusalén para finiquitar negocios oficiales. Aunque Estados Unidos nunca reconoció la anexión a Israel de las áreas de Jerusalén ganadas en la guerra de junio de 1967, el Congreso estadounidense aprobó el Acta de la Embajada de Jerusalén en 1995, pidiendo mudar la embajada de EE. UU. a una Jerusalén indivisa para 1999. Los presidentes de EE. UU.  a partir de ese momento en adelante, realizaron promesas de campaña para trasladar la embajada a Jerusalén, pero cada uno también tomó ventaja de una provisión en el acta de 1995 que permitió al presidente decidir cada seis meses que el traslado de la embajada debía ser pospuesto por razones de seguridad nacional. La decisión de Trump fue contrapuesta por los palestinos y causó grandes disturbios en la frontera de Israel con Gaza, pero apenas un murmullo en el resto del mundo árabe musulmán.