1030 - Proverbios. Guarda tu corazón (I). Pr 4:23

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

1030 – Pr 4:23 – Proverbios. Guarda tu corazón (I). Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. En la palabra de Dios hay un remedio apropiado para todas las enfermedades del alma. Guarda tu corazón con toda diligencia. Debemos poner estricta vigilancia a nuestras almas; impedir que nuestros corazones tengan dolor y sean heridos. Se da una buena razón: porque de ahí surgen los asuntos de la vida. Por, sobre todo, debemos buscar del Señor Jesús el agua viva, el Espíritu santificador, que brota para vida eterna. El "corazón" se refiere comúnmente a la mente como centro del pensamiento y de la razón (Pr 3:3; 6:21; 7:3), pero incluye también las emociones (Pr 15:15, 30), la voluntad (Pr 11:20; 14:14), y, con ello, todo el ser interior (Pr 3:5). El corazón es donde se deposita toda la sabiduría y la fuente de todo lo que afecta al habla (Pr 4:24), a la vista (Pr 4:25) y a la conducta (Pr 4:26-27). Por lo tanto, valora y protege tu mente, emociones y voluntad. Cada médico especialista en un área o miembro del cuerpo dice que son importante, pero del corazón mana la vida. El corazón es un musculo que late aproximadamente entre 60 a 90 veces por minuto. En una hora late 4.500 veces, en 24 horas (1 día) late110.000 veces. Durante la vida ejerce un trabajo grande y excelente todos los días. Los malos hábitos alimenticios tienden a dañar el corazón. Igualmente, lo malo espiritual, el pecado, daña el corazón. Si el corazón deja de latir se pierde la vida. Analicemos el corazón en lo espiritual. 1. Un corazón nuevo (Ez 36:26). “Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” El corazón del ser humano desde su nacimiento hereda un problema para el corazón, el pecado “Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron.” (Ro 5:12). Dios ofrece un nuevo corazón para sanar, alejar del corazón el peor daño para el: el pecado. Un corazón muerto en el pecado está totalmente dañado. ¿Qué necesitamos para tener un nuevo corazón espiritual? Aceptar a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador. Este proceso se llama nacer de nuevo (Jn 3:3-7). Dios en su amor envió a su Hijo Jesucristo para sanar el corazón del pecado. “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Ro 5:8). Al nacer de nuevo pasamos de muerte a vida. “Y Él [Cristo] os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados” (Ef 2:1). Si estamos en Jesucristo somos nueva criatura con un nuevo corazón (2Co 5:17). 2. El mayor enemigo del corazón. (Jer 17:9-10) “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras.” El pecado es el enemigo más grande del corazón. Jesucristo advierte “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.” (Mt 5:28). “Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias.” (Mt 15:18-19). Para Dios es sumamente importante nuestro corazón. Él ve, observa, conoce nuestro corazón. El profeta Samuel cuando estaba buscando el nuevo rey de Isael seleccionó a Eliab uno de los hijos de Isaí “Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.” (1Sa 16:7). Samuel dirigido por Dios selecciona y unge a David como próximo rey de Israel (1Sa 16:13). David es conocido como “Un hombre conforme al corazón de Dios