971 - Salmos. Un Dios grande, hace grandes cosas. Sal 111:1-2

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

971 – Sal 111:1-2 – Salmos. Un Dios grande, hace grandes obras. Alabaré a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos. Grandes son las obras de Jehová, buscadas de todos los que las quieren. El Sal 111 y 112 se asemejan en que 1) ambos comienzan con "Aleluya" (es decir, "Alabad a JAH") (lo mismo que el Sal 113, y 2) ambos son acrósticos, con veintidós líneas que se corresponden con las veintidós letras del alfabeto hebreo. El Sal 111 exalta las obras de Dios, mientras que el Sal 112 exalta al hombre que teme a Dios. Se desconocen el o los autores y las ocasiones de estos salmos. I. Una palabra de alabanza (Sal 111:1). “Alabaré a Jehová con todo el corazón en la compañía y congregación de los rectos.” La única alabanza que llega al trono de la gracia es la hecha en “espíritu y verdad” en santidad y exaltando los atributos del Dios de grandes y poderosas obras. (Jn 4:23-24; Ap 15:3-4; 1Cr 29:11-12). II. Características de la grandeza de las obras de Dios (Sal 111:2-9). Tal es el obrero, tal es la obra. Las obras de un Dios grandes, son grandes obras. Las obras del Señor son: CI. Grandes (Sal 111:2). Son tan inescrutables como Él. Todas sus obras le alaban, porque muestran la grandeza del Obrador. Esto se hace patente en su obra de Creación, Redención y Providencia (Sal 104:24). Su obra es grande en todos los aspectos en cuanto a calidad, variedad, utilidad y Eternidad. CII. Deseable. “Buscadas de todos los que las quieren. Dignas de meditarse por cuantos en ellas se complacen” (Sal 111:2). Sus obras son expresión de sus pensamientos, y tales pensamientos son muy profundos y de gran precio (Sal 92:5). ¡Qué profundidad de pensamiento aparece en la Redención por Jesucristo! ¡Con cuánto interés debe ser buscada esta obra por todos aquellos que se complacen en ella! Ésta es una investigación provechosa. CIII. Honorable. “Esplendor y majestad es su obra” (Sal 111:3). Hay una dignidad grande en la obra de la Creación y de la Redención que hace dar gran honra a Aquel que las efectuó. La salvación de Jesucristo por la Cruz da gloria eterna a su Nombre. “Bondadoso [es Jehová] en todas sus obras”, y de manera destacada en la obra de la Cruz. CIV. Memorable. “Ha hecho memorables sus maravillas” (Sal 111:4). Sus obras de gracia y de misericordia en favor de su pueblo deben ser tenidas en memoria eterna. ¿Quién puede olvidar el día de su conversión a Dios, el día de su liberación de la culpa y del pecado, y el amanecer de su luz y paz en el alma? CV. Sustentan. “Ha dado alimento a los que le temen” (Sal 111:5). La fidelidad de Dios se cumple al mantener su pacto, y promesas para alimentar, cuidar, y sustentar a toda la creación y a su pueblo. (2Co 1:20; Col 1:16-18). CVI. Poderoso. “El poder de sus obras manifestó a su pueblo” (Sal 111:6). Israel vio el gran poder de su obra en su salvación de Egipto, en su paso del Mar Rojo, pasando el Jordán, y en la caida de las murallas de Jericó. Pero, ¿Qué ha obrado Dios por nosotros, y en nosotros? No nos ha mostrado el poder de su obra mediante la Cruz por nosotros, y mediante el Espíritu Santo en nosotros? (Jn 14:16-17; Zc 4:6). CVII. Veraz. “Las obras de sus manos son verdad y justicia” (Sal 111:7). Están perfectamente ajustadas a las necesidades del caso. Su obra de gracia y de salvación es exactamente lo que necesitamos, y todo lo que necesitamos. Justos y verdaderos son los caminos del Rey de los santos (Ap 15:3). Jesucristo es el Camino, y la Verdad, y la Vida. (Jn 14:6). CVIII. Eterno. “Afirmados eternamente y para siempre” (Sal 111:8). Las obras del hombre, como él mismo, se marchitarán como la hierba, pero la Palabra y la obra del Señor permanecerán para siempre. (1Pe 1:23-25). Nuestra justicia es podredumbre como trapo de inmundicia (Is 64:6), pero la obra de su regenerador Espíritu, la renovación del Espíritu Santo, se mantiene firme para siempre. (Tito 3:5). Yo les doy [a mis ovejas] vida eterna; y no perecerán jamás. (Jn 10:27-28).