Comunión los unos a los otros. Lucas 6:31
Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

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331 - Lc 6:1 – Comunión los unos a los otros. Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos. La esencia del cristianismo está en la relación vertical con nuestro Padre celestial y las relaciones horizontales con nuestro prójimo. El cristiano fiel disfruta de una buena comunión con Dios Padre, Cristo y el Espíritu Santo. Pero también debe tener buena relación y comunión con el cuerpo de Cristo siguiendo el ejemplo de los primeros cristianos: “Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos.” (Hch 2:46-47). ¿Cómo debemos tratarnos mutuamente los “unos a los otros.”? Hay muchos pasajes en la Biblia donde aparece la frase “los unos a los otros.” Estos enseñan cómo vivir en unidad con los demás cumpliendo el mandato de Jesucristo conocido como la regla de oro: “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.” El apóstol Pablo enseña: “Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros.” (Gá 5:13). El escritor a los Hebreos exhorta: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” (He 10:24-25). 1. TRABAJANDO JUNTOS. Un misionero en África observaba a dos leprosos sembrando semilla en un campo. Uno de ellos no tenía las manos porque la lepra las había consumido. El otro había perdido sus pies debido a esta terrible enfermedad. El que no tenía manos cargaba sobre su espalda al que le faltaba los pies. El que tenía manos cargaba un saco con semilla, dejando los granos caer al suelo, mientras el otro usaba su pie para introducirlos en la tierra. Así, juntos podían hacer el trabajo de uno solo. Al convertirnos en hijos de Dios llegamos a formar parte de la familia de Dios con hermanos y hermanas en Cristo en todo el mundo. La iglesia es nuestra nueva familia, grupo de refugio y centro de apoyo. Aun así, existen diferencias, y a veces roces o choques. ¿Cómo podemos vivir en unidad? Dios nos ha dado instrucciones para vivir en unidad con nuestros hermanos. Jesucristo enseña: Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. (Jn 13:34-35). 2. LA REGLA DE ORO. Jesucristo enseña “Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos.” (Lc 6:31). Esta enseñanza es conocida como “la regla de oro.” Vemos los alcances de la regla de oro mencionados en los siguientes versículos: Lc 6:27-28 Pero a vosotros los que oís, os digo: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen; bendecid a los que os maldicen, y orad por los que os calumnian. Cumplir con este mandamiento de Cristo no solamente es no maltratar a otros, sino tratarlos bien, como uno quisiera ser tratado. Es bueno no criticar o herir a otro, pero la regla de oro va más allá, exhortándonos a tratarlos bien, con amor y misericordia, aun cuando ellos nos traten mal. Tome el tiempo para reflexionar sobre lo siguiente: ¿Cómo quiere que otros le traten? ¿Atiende usted a otros de la misma manera? Piense en una ocasión en esta semana cuando usted se sintió mal por la forma en que trató a otro. ¿Qué pudiera haber hecho o dicho para atenderle mejor? Jesucristo dando ejemplo de como debemos servir los unos a los otros dijo: Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. (Jn 13:14). 3. AUTO EXAMINADONOS. Hasta ahora, ¿cómo ha vivido su vida cristiana?