El cristiano y el pecado - 1Juan 2:1

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

249 - 1Jn 2:1 - El cristiano y el pecado. Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.   Los creyentes convertidos de manera genuina no practican el pecado, pueden cometer pecado porque áun no son perfectos, pero si llegan a cometer pecados Dios ha hecho provisón para ser perdonados y mantenerse en comunión con Él. Los creyentes seremos perfectos sin pecado cuando tengamos un cuerpo glorificado después de resucitar. Enseña 1Jn 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 1. El conflicto. 1Jn 2:16 Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. El conflicto del cristiano con el pecado surge en tres áreas. (1) El mundo. Mundo (gr., kosmos) denota “aquello que es hostil a Dios; es decir, perdido en pecado y completamente contrario a lo divino; arruinado y depravado”. A los creyentes se les advierte de no amar al mundo ni a las cosas del mundo (1Jn 2:15). Tal declaración indica que debe evitarse tanto un elemento material como uno filosófico. Juan indica que el pecado atrae al cristiano a través de los deseos de los ojos, los deseos de la carne y la vanagloria de la vida (1Jn 2:16). Este mundo está bajo el control de Satanás según 1Jn 5:19 Sabemos que somos de Dios, y el mundo entero está bajo el maligno. Y se manifiesta en insensatez (1Co 3:19), inmoralidad (1Co 5:10) y hostilidad contra Dios según Stg 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. El cristiano debe tener en cuenta que ha sido crucificado con respecto al mundo según Gá 6:14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo. (2) La carne. El término carne se puede usar en sentido material; no obstante, con frecuencia se le da un sentido no material para referirse a la “vieja naturaleza de la carne… esa capacidad de todos los hombres para servir y satisfacerse a sí mismos… la capacidad para dejar a Dios fuera de sus vidas”. Pablo describe la carne en su experiencia cristiana en Ro 7:17-20 como su capacidad para pecar. Requiere lujuria y controla la mente (Ef 2:3); gobierna la vida del no cristiano (Ro 8:5-6). La solución al dilema está en Ro 7:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado. Es el poder del Espíritu Santo (Ro. 8:2ss) y la renovación de la mente (Ro 12:1) que considera crucificada a la carne (Ro 6:6). Enseña Gá 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. (3) El diablo. El diablo es real, un ser personal que se opone a los cristianos y busca hacerlos ineficaces en su vida cristiana. Es un enemigo del cristiano, pues su intención es devorarlo como advierte 1Pe 5:8-9 Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe. Por lo tanto, el cristiano tiene el llamado de resistir al diablo como enseña Stg 4:7 Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Tal cosa se puede alcanzar usando la armadura de Dios para la lucha espiritual (Ef 6:10-17). Enseña Ef 6:16 Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. .2. La provisión. Dios le ha dado al cristiano una provisión amplia para mantenerlo separado del pecado. (P1) La Palabra de Dios. Dios le ha dado al cristiano la Biblia “inspiriada por Dios”, provechosa para “instruir en justicia”, de modo que el creyente esté “preparado para toda buena obra” como enseña 2Ti 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por