El Hogar de Obediencia y Sabiduría. Lucas 2:52

128 – Lc 2:52 – El Hogar de Obediencia y Sabiduría. Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.   Jesús desde niño crecía en sabiduría, no sólo en conocimiento, no se limitaba a recopilar información acerca de las cosas: sabía cómo usar el conocimiento de cómo comportarse y cómo tomar las decisiones correctas. ¿Cómo alcanzar la sabiduría de Jesús? En el hogar, donde creció Jesús,  se cumplía lo enseñado en Job 28:28: “He aquí que el temor del Señor es la sabiduría, y el apartarse del mal, la inteligencia”  y en Pr 1:7: “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová”.   ¿QUÉ  PRINCIPIOS DE SABIDURÍA DEBEMOS APRENDER EN EL HOGAR? P1. Obedecer a Dios: La sumisión: significa aprender a sujetarse u obedecer. Es aprender desde niños a obedecer a Dios. Es importante que los padres seamos ejemplo de la sumisión y obediencia a Dios y a las leyes terrenales. Obedecer a Dios tiene dos aspectos: a) La reverencia a Dios: Significa respeto a la presencia de Dios. Aprendamos desde niños el comportamiento adecuado en la iglesia, Células Familiares, y en las actividades para la adoración de Dios. Evitar andar caminando, hablando, distraídos en el templo. El templo no es un sitio de diversión sino de adoración a Dios. Exhorta Ec 5:1 Cuando fueres a la casa de Dios, guarda tu pie; y acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios; porque no saben que hacen mal. b) El temor a Dios: Significa aprender desde niños que uno de los atributos sobresalientes de Dios es la santidad y que Dios aborrece el pecado. Advierte Ec 11:9 Alégrate, joven, en tu juventud, y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón y en la vista de tus ojos; pero sabe, que sobre todas estas cosas te juzgará Dios. P2. Obedecer a los  padres: La desobediencia es pecado. Enseña Pr 1:8: “Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre, y no desprecies la dirección de tu madre”. Los hijos debemos obedecer a nuestros padres. Enseña Ef 6:2-3 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya  bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Las dos promesas están condicionadas a que debemos honrar a nuestros padres obedeciéndoles, respetándolos, cuidándolos, ayudándolos y bendiciéndolos. P3. Guardar su corazón y su mente: Enseña Pr 4:23 sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida. La Biblia se refiere al corazón como el sitio donde están tanto las emociones, voluntad, el alma. Por ejemplo en Pr 23:7 Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él”. Guardemos nuestra mente de mensajes contra el pensamiento recto de Dios provenientes de películas, música, video juegos, las redes sociales, el internet, y de enseñanzas en los colegios y universidades. Enseña Mt 6:22-23 La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. P4. Seleccionar correctamente a sus amigos: La Biblia enseña en Pr 13:20: “El que anda con sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado”. El apóstol Pablo enseña en 1Co 15:33: “No erréis; Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”. Las amistades influyen para bien o para mal en el carácter de una persona. Advierte Pr 1:10-19 Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, no consientas. P5. Controlar sus pasiones y comportamiento: Enseña 2Ti 2:22: “Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor”. Desde niños debemos aprender a guardarnos puros sin pecado en nuestra manera de comportarnos. A vigilar, cuidar  nuestras palabras como enseña Pr 4:24 Aparta de ti la perversidad de la boca, y aleja de ti la iniquidad de los labios. A guardarnos puros hasta el matrimonio. A ser fieles a sus cónyuges como enseña He 13:4 Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla;