El Hogar del Corazón Sincero - Lucas 11:37

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

134 – Lc 11:37 - El hogar del corazón sincero. Luego que hubo hablado [Jesús], le rogó un fariseo que comiese con él; y entrando Jesús en la casa, se sentó a la mesa. Una de las palabras, que el Señor más uso en su ministerio contra los religiosos fariseos de la época, fue “hipócritas”, usada unas ocho veces en Mt 23. Palabra dura para aquellos que quieren vivir una vida de apariencia o falsedad. Dios desea que nuestros hogares estén formado por personas que sean de corazón sincero e íntegro. Entendiendo que a Dios le importa más lo que hay en el corazón. Enseña el Sal 15:1-2 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, y habla verdad en su corazón. 1. Características del hogar fariseo (Lc 11:38-39). El fariseo, cuando lo vio, se extrañó que no se hubiese lavado antes de comer. Pero el Señor le dijo: Ahora bien, vosotros los fariseos limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de rapacidad y de maldad. No lavarse las manos antes de comer era escandaloso para un fariseo. Ellos enseñaban que debían lavarse las manos para comer, no por higiene, sino porque habían estado en contacto con un mundo pecador, y así evitaban que lo impuro entrase al cuerpo. Jesús dio una lección práctica, no se lavó las manos para demostrarle que lo importante es el corazón, como enseña en Mt 15:18-20 Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre. El corazón de los fariseos estaba lleno de: Avaricia, maldad, e intentaban agradar a Dios pero a través de su propia justicia. Enseña Jer 17:9-10 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras. 2. Corazones comprometidos con Dios  y el hogar. ¿De qué sirve cubrir todas las necesidades de la casa si tu corazón no está allí? ¿De qué sirve que estés en el hogar pero tu corazón no está allí? Como padres de un hogar de familia, no queremos ni debemos vivir de las apariencias. Debemos estar comprometidos de corazón: (1) Con nuestra familia. (2) Con nuestro cónyuge… para toda la vida. (3) Con nuestros hijos para enseñarles a glorificar a Dios. ¿De qué sirve ir a la iglesia, leer la Biblia, dar los diezmos y la ofrenda, si tu corazón no está allí? Dios ve el corazón. Enseña 1Sa 16:7 Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. Mt 5:8 Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. Debemos ser cuidadosos en poner reglas y límites en nuestro hogar, para que sean respetadas, pero que no causen heridas en quienes amamos. Enseña 1Pe 1:22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro. 3. Hogares con corazones íntegros, temerosos de Dios. La integridad involucra la totalidad de la persona interior: El corazón, la mente y la voluntad. La persona con integridad tiene un sólo corazón. No trata de amar a Dios y al mundo al mismo tiempo. Enseña el Sal 101:2 Entenderé el camino de la perfección cuando vengas a mí. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. El padre de familia temeroso de Dios se esforzará continuamente para ser ejemplo a su esposa e hijos, y levantar un hogar con corazones íntegros. Enseña Pr 20:7 Camina en su integridad el justo; sus hijos son dichosos después de él. El padre temeroso de Dios entiende que los hijos son de Dios,