El Hogar del Milagro - Lucas 1:6-7

129 – Lc 1:6-7 - El Hogar del Milagro. Ambos [Zacarías y Elizabet] eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor. Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran ya de edad avanzada.   El hogar de Zacarías y su esposa Elizabet, era conforme al corazón de Dios, pero no tenían hijos, y Dios les concedió el milagro. Es posible que, Zacarías y Elizabet, hubieran escuchado muchos comentarios negativos “Ya no es tiempo” otros se burlarían “Allí va la estéril”. Pero ellos enfrentaron, durante muchos años con paciencia, la prueba de no tener hijos, lo cual era una vergüenza en esa época para la familia judía. ¿Se resintieron? ¿Perdieron la esperanza? ¡No!  Siguieron orando y confiando en la promesa de Dios en el Sal 113:9 El hace habitar en familia a la estéril, que se goza en ser madre de hijos. Y en Is 54:1 Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho Jehová.   1. la oración contestada (Lucas 1:8-17) Un ángel se le apareció a Zacarías y le dio las buenas nuevas en Lc 1:13-14 Tu oración ha sido oída,  tu mujer Elizabet te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Juan. Y tendrás gozo y alegría. La oración contestada por Dios, la mayoría de las veces, es otorgada  con más bendiciones de las que pedimos. Juan el Bautista sería un instrumento en las manos de Dios para: (1) Traer gozo y alegría a muchos (Lc 1:14). (2) Ser grande delante de Dios (Lc 1:15a). (3) Apartarse para Dios y ser lleno del Espíritu Santo desde el vientre de su madre (Lc 1:15b). (4) Lograr que muchos se convirtieran al Señor (Lc 1:16). (5) Hacer volver el corazón de los padres a los hijos (Lc 1:17a). (6) Y preparar el camino de la primera venida del Señor (Lc 1:17b) como enseña Lc 1:17 E irá delante de Él [Jesús] con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos, y de los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto. 2. Padres conforme al corazón de Dios (Lc 1:17) Una de las bendiciones de la oración contestada a Zacarías fue, que su hijo Juan, sería un instrumento de Dios  para “hacer volver el corazón de los padres a los hijos” (Lc 1:17a). Nótese que no dice hacer volver los hijos a los padres. Hoy, al igual que en esa época, algunos padres han considerado sus hijos como un estorbo para estudiar, para alcanzar éxito en la vida profesional o para desarrollar un ministerio. Algunos han usado métodos para no dejarlos nacer, que van contra los principios de Dios, como el aborto, y otros cuando han logrado nacer, lo han visto como un mal necesario. Promete Dios en el Sal 45:16 En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra. Enseña Pr 17:6 Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, sus padres. 3. Nada  hay imposible para Dios (Lc 1:24-25; 36-37) El corazón de Elizabet se alegró porque Dios quitó la prueba de muchos años en Lc 1:24-25. Las noticias pronto llegaron a María que “Elizabet,…ella también ha concebido hijo en su vejez;…porque nada hay imposible para Dios” como enseña Lc 1:36-37. Aprendemos que  algo que no es posible para el hombre o la ciencia humana para Dios sí es posible. 4. La familia fue diseñada por  Dios para tener hijos. (Gn 1:28) Luego que Dios creó a Adán y Eva los bendijo y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. La afrenta en esa época de Zacarías y Elizabet era: No tener hijos. La afrenta hoy es tener hijos. Hay movimientos a nivel mundial, planeando de diferentes formas, para ganar el derecho de quitar la vida a los hijos antes de que nazcan; otros para dañar, deformar el sano crecimiento de los niños y jóvenes. Debemos orar contra éstos.