El misterio del arrebatamiento de la iglesia. 1Corintios 15:51-52

321 – 1Co 15:51-52 - El misterio del arrebatamiento de la iglesia. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.   El apóstol Pablo en este pasaje explica que con nuestro cuerpo de carne y huesos no podemos heredar el reino de Dios y es necesario que sea transformado.  El apóstol había explicado este misterio a los Tesalonicenses (1Ts 4:16-17). Dios promete en Is 26:19 Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. ¡Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.   1. El misterio del arrebatamiento. El apóstol Pablo inicia el pasaje diciendo: “Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción.” (1Co 15:50). Luego pasa a explicar el misterio del arrebatamiento o rapto de la iglesia antes de los siete años  de la tribulación afirmando: “He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.” (1Co 15:51-52). Aun el propio cuerpo terrenal de Cristo era “carne y sangre” (He 2:14), y tuvo que ser transformado antes de poder regresar a la diestra del Padre. Ya sea que los creyentes estén muertos o sean arrebatados, su cuerpo será cambiado de corruptible a incorruptible, de lo animal a lo espiritual. Puesto que lo corruptible no puede heredar lo incorruptible, Enoc y Elías fueron  transformados con la misma fórma que cambiarán los creyentes que sean arrebatados. En cualquier caso, todos los creyentes serán igualmente  transformados con un cuerpo glorificado para el cielo como enseña Fil 3:20-21 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.   2. Será en un abrir y cerrar de ojos. 1Co 15:51b pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos. Tanto para los que sean resucitados o arrebatados, el cambio sucederá en un momento, en un abrir y cerrar de ojos. No será un proceso, sino una recreación, transformación instantánea de una forma a otra, de lo terrenal a lo celestial. Momento procede de la palabra griega atomos, de donde nos viene la palabra átomo, e indica lo que no puede ser cortado o dividido, se refiere a la cantidad menor que podemos concebir. En la mínima cantidad de tiempo nuestro cuerpo corruptible pasará a ser incorruptible. Para enfatizar e ilustrar aún más la velocidad del cambio, Pablo dice que ocurrirá en un abrir y cerrar de ojos. 3. Trompeta final para reunir a los redimidos. 1Co 15:51c a la final trompeta; porque se tocará la trompeta. No se refiere a las trompetas de Apocalipsis. Será la última trompeta para reunir todo el cuerpo de Cristo en el cielo, porque se tocará al final de la era de la iglesia, cuando todos los creyentes muertos en Cristo resuciten primero, y los que estén vivos serán arrebatados. El apóstol Pablo explica que el Señor Jesucristo es quien tocará la trompeta final para reunir a la iglesia en el cielo según 1Ts 4:16-17 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.   4. El gran triunfo. 1Co 15:54 Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción,