El misterio del evangelio. Romanos 16:25

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

318 – Ro 16:25 – El misterio del evangelio. Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos,   El apóstol Pablo finaliza la carta a los Romanos con una doxología, alabando a Dios por el evangelio que confirma a los hombres. Dios puede, es decir, tiene el poder suficiente, para confirmar a quienes confían en él según el evangelio verdadero que Pablo y todo predicador y maestro verdaderos, han presentado con claridad. La palabra confirmar significa hacer firme, estable y perdurable. En este contexto se refiere a tener una mente establecida por cuanto está firmemente arraigada en la verdad del evangelio. El incrédulo no tiene certeza alguna acerca de Dios, su Palabra o el camino de salvación. La mayoría de las personas no tienen interés en encontrar al Dios verdadero. Están perfectamente satisfechos con la religión que han recibido o a la que han sido expuestos en la cultura que están viviendo, o de otra manera carecen en absoluto de interés en cuestiones religiosas. Incluso aquellos que intentan hallar a Dios mediante su propia búsqueda y discernimiento “siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad” (2Ti 3:7). 1. El evangelio que nos confirma (Ro 16:25a). Por medio del evangelio, Dios puede confirmar en la verdad las mentes y los corazones de los creyentes, Dios tiene el poder para establecernos, fundamentarnos y hacernos permanecer firmes en Él. Ningún ser humano que no sea un cristiano puede estar seguro acerca de Dios ni tener certeza acerca de su verdad, sus estándares de justicia, su amor y cuidado, y mucho menos de estar con Él por toda la eternidad. Solo las personas que han tenido una conversión genuina pueden decir junto a Pablo con toda firmesa y veracidad: “Yo sé a quién he creído, y estoy seguro que es poderoso para guardar mi depósito para aquel día” (2Ti 1:12).  A los romanos el apóstol Pablo declaró:”Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.” (Ro 1:16-17). El apóstol aseguró a los cristianos corintios que “poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra” (2Co 9:8). Pablo pedia orar por los creyentes y por él diciendo: “a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo [valentía] el misterio del evangelio” (Ef 6:19). 2. El evangelio que proclama a Jesucristo. Ro 16:25b y la predicación de Jesucristo. El único evangelio de Dios que confirma y establece a los hombres es el evangelio que proclama a Jesucristo. El tema principal de Romanos, así como el tema más importante de todas las Escrituras, es Jesucristo. La predicación de Jesucristo fue el compromiso supremo en la vida de Pablo. “Nosotros predicamos a Cristo crucificado” (1Co 2:2), dijo, “para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, sabiduría de Dios” (1Co 1:23-24). En su segunda carta a la iglesia de Corinto, el apóstol Pablo testificó: “Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor,... Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo” (2Co 4:5-6). Explica el apóstol: “La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios” (Ro 10:17). En la segunda sección de Romanos (Ro 3:21–8:39), el apóstol describe casi todas las bendiciones que el evangelio trae a la vida de aquellos que pertenecen a Jesucristo y son confirmados por Él. Algunas de estas bendiciones es que somos: “justificados