El nuevo pacto - Jer 31:33-34

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

027 - Jeremías 31:33-34 Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; porque todos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice Jehová; porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado.   Dios prometió un nuevo pacto por medio de la cual todas las personas que acepten a Jesucristo como Señor y Salvador, participarán en las bendiciones de la salvación y vida eterna. El cumplimiento de este pacto se dará de manera individual a gentiles y judíos (Jer 31:36; Ro11:16-27).   Este nuevo pacto, anunciado también por Jesucristo en Mt 26:28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para remisión de los pecados., comienza a cumplirse para beneficio de los creyentes judíos y gentiles en el tiempo de la iglesia, iniciado en Pentecostés (Hch 2:41; 10:44; 1Co 11:25; He 8:7-13; 9:15; 10:14-17; 12:24; 13:20). He 9:15 Así que, por eso es mediador de un nuevo pacto, para que interviniendo muerte para la remisión de las transgresiones que había bajo el primer pacto, los llamados reciban la promesa de la herencia eterna. Los pactos de Dios con Abraham (Gn 12:1-3) y con David (2Sa 7:16) al igual que el nuevo pacto, concurren en el reino milenario sobre el cual gobierna Jesucristo.   I. Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón Dios escribiría sus mandamientos, la palabra de Dios, en los corazones en vez de escribirlas en tablas de piedra, como hizo con los Diez Mandamientos. Is 59:21 Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre. Ez 36:26-27 Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos, y los pongáis por obra. II. y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Cuando aceptamos a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador el Espíritu Santo viene a morar, vivir con nosotros, en nosotros, y luego cuando somos bautizados con el Espíritu Santo viene sobre nosotros para darnos dones para servir de manera eficaz en la obra de Dios. Ez 37:26-27 Y haré con ellos pacto de paz, pacto perpetuo será con ellos; y los estableceré y los multiplicaré, y pondré mi santuario entre ellos para siempre. Estará en medio de ellos mi tabernáculo, y seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo. Jn 14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. Hch 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra. III. Y no enseñará más ninguno a su prójimo, ni ninguno a su hermano, diciendo: Conoce a Jehová; El Espíritu Santo que está en nuestro corazón alumbra, ilumina nuestro entendimiento,  nos guía a toda verdad, nos ayuda a entender las Escrituras, y a conocer más de Dios. Jn 16:13 Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir. 1Jn 2:17 Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él. IV. porque perdonaré la maldad de ellos, y no me acordaré más de su pecado