El origen del Hombre - Génesis 1:27

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

245 – Gn 1:27 - El origen del Hombre. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.   Al estudio del hombre se le llama antropología, que puede ser desde el punto de vista biblico o cultural. Revisaremos la doctrina del hombre desde el punto de vista biblico. Creemos lo que la Biblia afirma que en el principio Dios creó los cielos y la tierra y todo lo que existe; “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó” (Gn 1:27). Dios creó los géneros masculino y femenino (Gn 1:27). De acuerdo con esta afirmación, Dios creó directamente al hombre y la mujer; no evolucionaron de formas inferiores de vida. Dios les dio su género al crearlos hombre y mujer, varón y hembra. Tales declaraciones no permiten forma alguna de evolución ni de un tercer género o sexo. Jesucristo afirma en Mr 10:6 pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios”.   1. Parte material del hombre. Estructura del cuerpo. Las Escrituras hacen una distinción entre lo material (cuerpo) y lo inmaterial (alma/espíritu) (2Co 5:1; 1Ts 5:23). Génesis 2:7 indica que el cuerpo del hombre se formó a partir del polvo de la tierra. “Entonces Jehová Dios formó al hombre [Adam] del polvo de la tierra [adamah], y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. El mismo nombre de Adán era un recordatorio del origen del hombre: proviene de la tierra. Un análisis químico del cuerpo humano revela que la mayoría de sus componentes son los de la tierra: calcio, hierro, potasio y otros. Más aún, al momento de la muerte el cuerpo se vuelve a unir con el polvo del cual provino (Gn 3:19; Sal 104:29; Ec 12:7). Afirma Dt 4:32 Porque pregunta ahora si en los tiempos pasados que han sido antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra, si desde un extremo del cielo al otro se ha hecho cosa semejante a esta gran cosa, o se haya oído otra como ella. Enseña Is 43:7 todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice. El propósito del cuerpo. La revelación divina deja claro que “el hombre es una unidad, un ser viviente, y las partes material e inmaterial sólo se pueden separar por la muerte física”. El cuerpo es compañero del alma. El objetivo del cuerpo es glorificar a Dios, ya que es su templo según 1Co 6:19 ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? No debe ser el amo para que el individuo se vuelva indulgente, ni es un enemigo al que se debe castigar. El cuerpo es para someterlo a Dios “en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional”. (Ro 12:1), de modo que Cristo se glorifique en él como enseña el apostol Pablo: “conforme a mi anhelo y esperanza de que en nada seré avergonzado; antes bien con toda confianza, como siempre, ahora también será magnificado Cristo en mi cuerpo, o por vida o por muerte”. (Fil 1:20).   2. Parte inmaterial del hombre. Cuando Dios creó al hombre, lo creó a su imagen (Gn 1:26-27). La pregunta es: ¿cuál es la imagen de Dios en el hombre? La imagen de Dios en el hombre no puede ser física, porque Dios es espíritu (Jn 4:24) y no tiene cuerpo. Entonces la imagen debe ser inmaterial y los siguientes elementos principales deben ser parte de ella. (1) Personalidad. El hombre tiene conciencia y determinación propias que le permiten tomar decisiones, y lo eleva sobre el reino de los animales. Este factor es importante porque hace al hombre capaz de la redención. La personalidad revela la capacidad del hombre para ejercer dominio sobre el mundo según Gn 1:28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra. y para desarrollar la tierra (Gn 2:15). Todos los aspectos del intelecto del hombre caen dentro de esta categoría de personalidad.