El Sermón del monte - Bienaventuranza 4 - Mt 5:6
Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

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123 – Mt 5:6 – El Sermón del Monte – Bienaventuranza 4. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. Esta cuarta bienaventuranza habla de un fuerte deseo, pasión dentro del alma por honrar, obedecer y glorificar a Dios al participar de su justicia. Este deseo, pasión, hambre es espiritual, no material y es una característica de todo el pueblo de Dios, cuya ambición suprema no es material sino espiritual. Los cristianos no estamos como los paganos, buscando posesiones y cosas terrenales; sino que nos hemos propuestos como enseña Mt 6:33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Para crecer espiritualmente en la vida cristiana necesitamos un apetito espiritual vigoroso y saludable. Una y otra vez las Escrituras dirigen sus promesas a los que tienen hambre de Dios “Porque sacia el alma menesterosa, y llena de bien al alma hambrienta” (Sal 107:9). No basta llorar por el pecado pasado, debemos también tener hambre de justicia presente y futura. Enseña el Sal 106:3 Dichosos los que guardan juicio, los que hacen justicia en todo tiempo. 1. Significado de hambre y sed de justicia (Mt 5:6b) Cuando una persona tiene inicialmente hambre y sed de justicia está buscando salvación; esta es la justicia que viene cuando alguien se vuelve del pecado para someterse al señorío de Jesucristo. En pobreza de espíritu ve su pecado; en llanto lamenta, se arrepiente y aleja de su pecado; en mansedumbre somete a Dios su propio camino pecaminoso y su poder; y en hambre y sed busca que la justicia de Dios en Cristo reemplace su pecado. Enseña Is 61:10 En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. Para los creyentes el objetivo de tener hambre y sed de justicia es crecer en la justicia recibida al haber confiado en Cristo. Ese crecimiento es la santificación, que más que cualquier cosa es la marca de un cristiano como enseña Ro 6:22 Mas ahora que habéis sido libertados del pecado y hechos siervos de Dios, tenéis por vuestro fruto la santificación, y como fin, la vida eterna. Y en Ef 4:24 y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. 2. Resultado de tener hambre y sed de Justicia (Mt 5:6c) El resultado de tener hambre y sed de justicia es ser saciados, se usaba en el tiempo que Jesús dio el Sermón del Monte para alimentar animales hasta que ya no querían más. Se les permitía comer hasta que estuvieran totalmente saciados. La declaración divina de Jesús es que a quienes tienen hambre y sed de justicia se les dará satisfacción plena. El otorgamiento de satisfacción es obra de Dios, según indica el tiempo futuro pasivo: ellos serán saciados. Nuestra parte es buscar; la parte de Dios es saciar como enseña el Sal 34:10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. Explica Jesucristo a la mujer samaritana en Jn 4:13-14 …Cualquiera que bebiere de esta agua [la del pozo de Jacob], volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. Promete Jesucristo en Jn 7:37-38… Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Mientras más busquemos la justicia de Dios, más queremos devorar la Biblia. Alimentarnos de la Palabra de Dios aumenta nuestro apetito por ella como enseña Jer 15:16 Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón. Cuando nuestra hambre y sed espiritual son genuinas no ponemos condiciones; buscaremos y aceptaremos la justicia de Dios en cualquier manera que Él elija proveerla, y obedeceremos sus mandatos por exigentes que puedan ser