Jesucristo autor de eterna salvación- He 5:7-9
Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

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032 - Hebreos 5:7-9 He 5:7 Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. He 5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; He 5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; Una de las virtudes que todo creyente debe aprender es la obediencia, y esto solo se logra haciendo la voluntad de Dios. En este pasaje, que resume la vida de Jesús, aprendemos sobre la obediencia ya que Él decidió ser obediente. Podemos definir la obediencia como el acto de cumplir con las órdenes o instrucciones de alguien de rango superior. Sólo mirando la vida de Jesucristo y cumpliendo sus mandamientos podemos aprender la obediencia como lo hicieron los apóstoles y padres apostólicos. Jn 14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos. I. He 5:7a Cristo, en los días de su carne: Esto es en el tiempo de su encarnación, su vida en la tierra, siendo perfecto hombre y perfecto Dios; el período de su humillación, en contraste con su estado actual de glorificación. Jn 1:14 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. II. He 5:7b Ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte. Jesucristo dejó ejemplo a seguir cuando estamos en agonía, angustia: clamar, orar a Dios. Este momento de agonía, angustia de Jesucristo fue en el Getsemaní, minutos antes de ser arrestado para ser crucificado. Lc 22:41-44 Y él se apartó de ellos a distancia como de un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya. Y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerle. Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra. A que se debía la agonía, angustia de Jesucristo? A los maltratos y muerte en la cruz? No. Se debía a la copa que tenía que beber, experimentar, la ira de Dios, que vendría sobre Él en la cruz, al morir por los pecados de la humanidad. Dios actuaría como Juez, y por eso Jesús no lo llamaría en la cruz Padre, al exclamar en Mt 27:46 Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? Durante tres horas en la cruz recibió olas y olas de pecados por los cuales pagó, para darnos salvación y vida eterna. Fue nuestro sustituto como dice 2Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él III. He 5:7c fue oído a causa de su temor reverente. Aunque Jesús clamó a Dios, pidiendo ser librado, Él estaba preparado para sufrir la humillación, la separación de su Padre y la muerte a fin de hacer la voluntad de Dios y no su voluntad. Tuvo temor, reverencia, honra a Dios y fue oído, aceptado por Dios como propiciación (ofrenda grata) para redimir, perdonar nuestros pecado como enseña Ro 3:24-25 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, IV. He 5:8 Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; Jesucristo como Hijo fue obediente al Padre celestial y terrenal (Lc 2:51; 3:22). He 2:9 Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos. Heb 2:14 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, Él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, V. He 5:9 y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen. Jesús por