La gloria venidera - Romanos 8:18

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

004 - Romanos 8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. ▪︎ El sufrimiento en el creyente puede deberse a: (1) Disciplina (He 12:3-11). (2) Prevención, para no caer en el orgullo como el aguijón en la carne de Pablo (2Co 12:7-9). (3) Aprendizaje de la obediencia y prueba de nuestra fe, como el sufrimiento de Cristo (He 5:8; Ro 5:3-5; Stg 1:2-4). (4) Propiciar un mejor testimonio para Cristo (Hch 9:16; 1Pe 5:10). En Ap 2:10 Jesucristo advierte a la iglesia sobre pruebas venideras y para fortalecerlos y que perseveraran les dice: No temas en nada lo que vas a padecer… Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. ▪︎ I. Pues tengo por cierto ▪︎Pablo conocía el proceso de pruebas y tribulaciones que tenemos que atravesar para llegar hasta le meta y alcanzar el premio supremo de la vida eterna. Fil 3:12 Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo. Fil 3:14  Así que sigo adelante, hacia la meta, para llevarme el premio que Dios nos llama a recibir por medio de Jesucristo. (BLS)  ▪︎II. Que las aflicciones del tiempo presente no son comparables… ▪︎Es posible que estés pasando por diversas pruebas, tribulaciones o dificultades. Pero nada que suframos, podrá compararse al gran precio que Jesús pagó en la cruz por nosotros para salvarnos. Hch 14:22 confirmando los ánimos de los discípulos, exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y diciéndoles: Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el reino de Dios. He 12:3 Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar. He 12:4 Porque aún no habéis resistido hasta la sangre, combatiendo contra el pecado;  ▪︎III. Con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse. ▪︎Esto anticipa la esperanza de la resurrección del creyente y la transformación del cuerpo en semejanza completa a Cristo que es la gloria eterna del creyente. 2Co 4:17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; (Paz en la tierra, más en la eternidad) Fil 3:20-21 Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas. 1Jn 3:2 Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como Él es.   ▪︎Teniendo todas estas promesas descansemos en Dios. Dios te bendiga y guarde.