La gracia salvadora (III). Efesios 2:4-5
Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

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310 - Ef 2:4-5 - La gracia salvadora (III). Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). En Efesios 2:1-10 Pablo aclara lo que significa recibir la salvación, por medio de la gracia salvadora de Jesucristo, y ser parte del cuerpo de Cristo, la iglesia. El apóstol Pablo presenta el pasado, presente y futuro del cristiano: lo que era (Ef 2:1-3), lo que es (Ef 2: 4-6, 8-9), y lo que será (Ef 2: 7, 10). Dentro de este marco de referencia el apóstol expone seis aspectos de la salvación: 1. La salvación es del pecado. Ef 2:1-3 y Él [Cristo] os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. El salario o la paga que se da a cambio del pecado es la muerte (Ro 6:23), y debido a que el hombre nace en pecado, también nace para muerte (Ro 5:12). El hombre no se convierte en un muerto espiritual a causa de los pecados que comete, sino que está muerto espiritualmente porque es por naturaleza pecaminoso. Antes de ser salvos, aceptar a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, nosotros éramos como cualquier otra persona que está separada de Dios: muertos en nuestros delitos y pecados. Por la gracia salvadora de Jesucristo ahora estamos bajo su amor en el presente y por la eternidad, así como también librados de la condición humana y natural de muerte, pecado, desobediencia, control demoníaco, lujuria y juicio divino. 2. La salvación es por amor. Ef 2:4 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó. La gracia salvadora es para la salvación del pecado y por amor. La misericordia de Dios es abundante, sin medida e ilimitada, porque Él es rico en ese maravilloso recurso divino. Dios es el padre de las misericordias (2Co 1:3). Enseña Lm 3:22-23 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. La misericordia difiere de la gracia en que la gracia quita la culpa, mientras que la misericordia quita la miseria que causa el pecado. El apóstol Pablo habiendo sido blasfemo, perseguidor, e injuriador de la iglesia recibió, junto con la gracia salvadora, el inmerecido alivio de la miseria: mas fui recibido a misericordia porque lo hice por ignorancia, en incredulidad (1Ti 1:13). 3. La salvación es para entrar en la vida. Ef 2:5 aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos). Todos los que están muertos en pecados necesitan recibir vida. Eso es lo que da la salvación, vida espiritual, vida en abundancia, vida eterna. Jesucristo afirma: El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. (Jn 10:10). En Jn 11:25-26 Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?. 4. La salvación es con un propósito. Ef 2:6-7 y juntamente con Él [Cristo] nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo jesús. Al recibir a Jesucristo como nuestro Señor y Salvador, somos rescatados de la muerte espiritual y recibimos vida espiritual, vida eterna, con el fin de estar con Cristo Jesús en lugares celestiales. Estamos con Cristo porque el Espíritu de Cristo mora en nosotros (Ro 8:9)