La santificación resultado de la salvación 2Tesalonicenses 2:13
Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

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184 – 2Ts 2:13 - La santificación resultado de la salvación. Pero nosotros debemos dar siempre gracias a Dios respecto a vosotros, hermanos amados por el Señor, de que Dios os haya escogido desde el principio para salvación, mediante la santificación por el Espíritu y la fe en la verdad. El proceso de la santificación es el resultado directo de la salvación, como Pablo enseñó a los corintios: “[Inmorales sexualmente] erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios” (1Co 6:11). La santificación es la obra del Espíritu que separa a los creyentes del pecado y los une a la justicia de Cristo (Ro 15:16; 1Co 6:11; 1Pe 1:2). Este milagro comienza con la salvación e incluye la transformación total, de forma tal que el creyente nace de nuevo (Jn 3:3-7) y se convierte en una nueva criatura (2Co 5:17; Gá 6:15). Por supuesto, la santificación que comienza en la regeneración no implica que los creyentes no pecan. Pero sí asegura que quienes fueron apartados del pecado para Dios llevarán vidas de santificación progresiva, de santidad creciente hacia la semejanza de Cristo (Ro 6:22; 2Co 3:18; Gá 5:16; Fil 3:12; Col 3:9-20; 1Ts 4:3-4; 5:23; 1Pe 1:14-16; 1Jn 3:4-10). Por lo tanto, la santificación, es un proceso continuo en la vida del creyente, la cual le permite llevar una vida separada para Dios. La iglesia, la cual es el cuerpo de Cristo ha sido llamada a apartarse, a formar un pueblo separado para Dios como enseña 1Pe 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Algunos creyentes ignoran la posición que tienen en Cristo y no creen que sean santos. Entre los títulos que el Espíritu Santo da a los hijos de Dios, sólo hay uno que se usa más que el de santos. En el NT los creyentes son llamados “hermanos” 184 veces, “santos” 62 veces y “cristianos” solamente 3 veces. Enseña Pablo en Col 1:2 a los santos y fieles hermanos en Cristo que están en Colosas y en Ef 1:1 Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, a los santos y fieles en Cristo Jesús que están en Efeso. Promete Dios en el Sal 16:3 Para los santos que están en la tierra, y para los íntegros, es toda mi complacencia. 1. Los medios de santificación. (1) Por causa de su infinita santidad Dios mismo —Padre, Hijo y Espíritu—es eternamente santificado. Él está puesto aparte y separado de todo pecado. Dios es santo. El Espíritu es llamado Espíritu Santo. Jesucristo es santificado en Jn 17:19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad. (2) Dios Padre, Hijo y Espíritu santifican al creyente. a) El Padre santifica (1Ts 5:23). b) El Hijo santifica (Ef 5:26; He 2:11; 9:12, 14; 10:10,12,14; 13:12). c) El Espíritu santifica (Ro 15:16; 2Ts 2:13). (3) El hombre puede santificarse a sí mismo. Dios exhorta: “Sed santos porque yo soy santo” en 1Pe 1:16. La auto santificación se puede realizar sólo por los medios divinamente provistos. Los cristianos somos exhortados a presentar nuestros cuerpos como un sacrificio vivo, santo y agradable a Dios en Ro 12:1. A salir, apartarnos de lo inmundo en 2Co 6:17. Perfeccionar la santidad en 2Co 7:1 Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios. Y a andar en el Espíritu en Gá 5:16 “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne”. 2. Etapas de la santidad. “La santidad” es un proceso continuo en la vida del creyente de tres etapas. (E1) Santificación posicional. Significa que el creyente es santificado en el momento que acepta a Jesucristo como su Señor y Salvador, pasando de muerte a vida como enseña He 10:10 En esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo