La semilla que regenera - 1Pedro 1:23

282 – 1Pe 1:23  - La semilla que regenera. siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre.   El poder invencible de la palabra de Dios se describe en la Biblia con diferentes analogías, metáforas, simbolos y uno de ellos es el de la semilla que regenera. La nueva vida eterna comienza con una semilla (simiente) incorruptible que Dios siembra en el corazón; ésta es la Palabra de Dios que “es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos” (He 4:12).  La semilla, regada por el Espíritu Santo, germina cuando uno la acepta por fe. Entonces esa simiente brota produciendo la nueva vida espiritual. Enseña Jesucristo en Jn 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. En el contexto de 1Pe 1:23 el apostol viene enseñando en 1Pe 1:15-16 sino, como aquel que os llamó es santo, sed tambien vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo. La única manera de tener una naturaleza espiritual santa, apartada para Dios es que tengamos la experiencia del nuevo nacimiento, la regeneración, y seamos nuevas criaturas espirituales. El apostol Pablo enseña 2Co 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.   Simbolo 3. La semilla que regenera (1Pe 1:23) 1Pe 1:23 siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra de Dios que vive y permanece para siempre. Simiente (semilla) incorruptible. Regenera, reproduce un nuevo nacimiento. Por el poder de la palabra de Dios nacemos de nuevo, renacidos, conocido como la regeneración, el nuevo nacimiento. (Jn 3:3-7; 2Co 5:17; Tito 3:5; Stg 1:18; 1Pe 1:3,23). La semilla, simiente incorruptible de la palabra de Dios es la única que tiene el poder, capacidad de reproducir una naturaleza nueva espiritual. Jesucristo enseñando a Nicodemo en Jn 3:5-7 Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. Las palabras del apostol Pedro repiten lo que Santiago escribiera antes a sus lectores acerca del nuevo nacimiento: “El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas” (Stg 1:18). El apostol Pablo enseña en Tito 3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo. Beneficios de renacer. La nueva vida espiritual debe producir un amor espiritual, cuya fuente es Dios, y con ese amor  permanecer siempre amando a la familia de Dios y al prójimo. Con la nueva naturaleza espiritual somos purificados podemos amar con el amor de Dios según 1Pe 1:22 Habiendo purificado vuestras almas por la obediencia a la verdad, mediante el Espíritu, para el amor fraternal no fingido, amaos unos a otros entrañablemente, de corazón puro. El amor espiritual es una actitud motivada desde el interior, de corazón puro, porque es un fruto que resulta cuando el Espíritu Santo mora en el creyente (Mt 22:37-39; Ef 4:32; 1Ti 1:5; Ro 12:10; 1Co 13:8, 13). El apóstol Juan escribió: “Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por Él. En esto conocemos que amamos a los hijos de Dios, cuando amamos a Dios, y guardamos sus mandamientos” (1Jn 5:1-2; 3:9; 5:18). Otro beneficio de nacer de la semilla que regenera, incorruptible es que iniciamos nuestra vida eterna. El apostol Pedro en 1Pe 1:24-25 compara la vida temporal con la vida eterna citando Is 40:6-8 Voz que decía: Da voces. Y yo respondí: ¿Qué tengo que decir a voces?