Los juicios ilegales e injustos a Jesucristo - Lucas 23:22
Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

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235 – Lc 23:22 - Los juicios ilegales e injustos a Jesús. Él [Pilato] les dijo por tercera vez: ¿Pues qué mal ha hecho éste [Jesús]? Ningún delito digno de muerte he hallado en él; le castigaré, pues, y le soltaré. Jesús fue entregado y arrestado en la madrugada del viernes en el Getsemani (Mt 26:47-56). Antes de ser crucificado ese viernes de pascua pasaría por seis juicios, tres juicios de las autoridades judías y tres juicios de las autoridades romanas. Juicios que fueron ilegales porque no cumplieron con los reglamentos del sanedrín en esa época: Fue sentenciado sin antes haber sido acusado de un delito. Juzgado durante la noche y en privado en la casa del sumo sacerdote. No se le permitió tener una defensa. Los testigos fueron sobornados. Ejecutado el mismo día que fue sentenciado. Advierte el Sal 2:2-5 Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos Contra Jehová y contra su ungido, diciendo: Rompamos sus ligaduras, Y echemos de nosotros sus cuerdas. El que mora en los cielos se reirá; El Señor se burlará de ellos. Luego hablará a ellos en su furor, Y los turbará con su ira. Primer juicio (solo en Jn 18:12-24). Jesús fue atado en el monte de los olivos, en el Getsemaní, y llevado a la casa de Anás. Aunque el viejo patriarca no gobernaba ya como sumo sacerdote, seguía siendo el jefe de un vasto imperio de corrupción organizada en Jerusalén. Los romanos no aceptaban que un judío fuera sumo sacerdote más de diez años. Anás colocaba a sus hijos y yernos como sumo sacerdote para él seguir mandando. En Jn 18:19-22 Y el sumo sacerdote preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su doctrina. Jesús responde, y es golpeado por uno de los aguaciles. En Jn 18:24 Anás envía a Jesús atado a la casa de su yerno Caifás. Segundo juicio (Mt 26:57-68; Mr 14:53-65; Lc 22:63-65; Jn 18:24). El juicio se celebró en secreto, de noche, y en la casa del sumo sacerdote, en vez de hacerlo en la sala de reuniones del concilio. Buscaron testigos y testimonios falsos (Mt 26:59-61). Caifás obliga a Jesús a hablar diciéndole “Te conjuro por el Dios viviente…” (Mt 26:62-63). La pregunta iniciada por este conjuro debía responderse con la verdad. Jesús habla y reconoce ser el Hijo de Dios y sentencia: “desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo” (Mt 26:64). Jesús fue condenado a muerte, golpeado y maltratado (Mt 26:66-68). Tercer juicio (Mt 27:1-2; Mr 15:1; Lc 22:66-71). En el momento en que el Sanedrín terminó el segundo Juicio, el sol estaba saliendo a un nuevo día y habían encontrado su acusación: “Traición contra Roma”. Ataron a Jesús y lo llevan ante Poncio Pilato para que Roma le quitara la vida y ellos no ser culpados por el pueblo de la muerte de Jesús. Cuarto juicio (Mt 27:11-14; Mr 15:2-5; Lc 23:1-7; Jn 18:28-38). Poncio Pilato les preguntó “¿Qué acusación traéis contra este hombre?” (Jn 18:29-31) y comenzaron a acusarle (Lc 23:2; Jn 18:33-38). Pilato no conseguía acusaciones válidas para juzgar a Jesús, y luego de escuchar a los sacerdotes una vez más (Lc 23:5) concluye que Jesús es de Galilea y decide enviarlo a Herodes Antipas. Quinto juicio (solo en Lc 23:8-12). Herodes Antipas era hijo de Herodes el Grande y fue una caricatura del libertinaje de Roma. Pilato sabía que Herodes “hacía mucho tiempo que deseaba verle (a Jesús); pues había oído muchas cosas de Él y esperaba verle hacer algún milagro. Y [Herodes] le hacía muchas preguntas, pero él [Jesús] nada le respondió.” (Lc 23:8-9; Is 53:7). Entonces Herodes con sus soldados le menospreció y escarneció, vistiéndole de una ropa espléndida; y volvió a enviarle a Pilato. (Lc 23:11). Sexto juicio (Mt 27:15-26; Mr 15:6-15; Lc 23:13-25; Jn 18:39-19:16). Pilato trata de evitarle la cruz a Jesús y lo hace de dos maneras:(1) Soltar a un preso pero los judíos seleccionan a Barrabás (Jn 18:39-40). (2) Castigándolo con varios azotes, pensando que al “dejarlo medio muerto”, satisfaría la sed