Luchando con la incredulidad de la soberbia Santiago 4:6

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

209 – Stg 4:6  – Luchando la incredulidad de la soberbia. [Dios] da mayor gracia. Por esto dice: Dios resiste a los soberbios, y da gracia a los humildes.   La incredulidad es alejarse de Dios para buscar satisfacción en otras cosas. La soberbia es alejarse de Dios específicamente para buscar la satisfacción en el yo. La codicia es alejarse de Dios para buscar la satisfacción en cosas materiales. La impaciencia es alejarse de Dios para buscar satisfacción en el plan propio e inmediato de acción. La lujuria es alejarse de Dios para buscar la satisfacción en el sexo. La amargura es alejarse de Dios para buscar satisfacción en la venganza. ¿Por qué el orgullo es un pecado grave para Dios? Porque el corazón orgulloso se da el crédito a si mismo, y toma la gloria que le corresponde a Dios. La batalla contra la soberbia es la batalla contra la incredulidad; o para decirlo en forma positiva, la lucha por la humildad es la lucha de la fe. El orgullo es la raíz de la: auto adoración,  auto admiración, auto exaltación, auto justificación, la rebelión, y el egoísmo (ego: el yo. Ismo: solo yo veo por mi. Advierte Pr 16:18 Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu. Y Pr 29:23 El orgullo termina en humillación, mientras que la humildad trae honra. Luchando contra la incredulidad de la soberbia. La soberbia es una forma de incredulidad que está opuesta a la fe y que la forma de enfrentarla es creer en que todo nos es dado por Dios a través de Jesucristo. Veamos algunos casos.1) Los dones, virtudes habilidades las da Dios. 1Co 4:7 Porque ¿quién te distingue? [Mejor: ¿quién te hace diferente que otras? O: ¿quién te de tus distintivos?] ¿Qué tienes que no recibiste? Y si lo recibiste, ¿por qué te jactas como si no lo hubieras recibido? Dios nos da los dones, virtudes, habilidades; por lo tanto aquel que alaba, que alabe al Señor y no al hombre. 2) Acerquemonos a Dios con humildad. Stg 4:6–8 [Dios] da mayor gracia. por eso dice: Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes. por tanto, someteos a Dios. resistid, pues, al diablo y huirá de vosotros. acercaos a Dios, y el se acercará a vosotros. La soberbia nos exige la independencia, el auto gobierno, la autonomía. Por lo tanto entra en conflicto con Dios. Es por eso que las personas que no desean someterse a las enseñanzas de Dios, se alejan de Él tanto como les es posible. Para combatir la incredulidad de la soberbia debemos depender cada día mas de Dios como enseña He 10:22 acerquémonos con corazón sincero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua pura. Y He 11:6 Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan. 3) Reconocer la soberanía de Dios. Stg 4:13-16 Oíd ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia. Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana. Sólo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece. Más bien, debierais decir: Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello. Pero ahora os jactáis en vuestra arrogancia; toda jactancia semejante es mala. Una forma de luchar contra la soberbia es aceptar la soberanía de Dios en todos los detalles de nuestra vida y descansar en su poder y sabiduría para cumplir su propósito en aquellos que confían en Él. 4) Revestirnos de humildad. 1Pe 5:5-7 Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes. Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo, echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros. Todos nosotros debemos revestirnos de humildad. Y luego por medio de esa humildad echar todas nuestras ansiedades en el Señor.