Luchando la incredulidad de la impaciencia Hebreos 6:11-12
Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

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204 – He 6:11-12 - Luchando la incredulidad de la impaciencia. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. La impaciencia se produce por la falta de fe generando la incredulidad. La paciencia es el fruto de la fe, mientras que la impaciencia es el fruto de la incredulidad. La impaciencia es una forma de incredulidad que brota en nuestro corazón cuando dejamos de esperar en Dios. La fe y la paciencia permiten que heredemos las promesas de Dios mientras que la impaciencia e incredulidad hace que nos desviemos y las perdamos. Cuando hay obstaculos en el camino debemos esperar en Dios como enseña el Sal 40:1-2 Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. 1. ¿Cuándo se presenta la impaciencia? Al no recibir respuesta a la oración hecha a Dios. Al estar enfermo y no recibr sanidad en el tiempo deseado. La impaciencia e incredulidad lleva a abandonar, no perseverar en la fe renunciando a un trabajo, desmayar, desanimarnos por continuar enfermos, abandonar la familia o conyugue por no poder resolver un problema. Lo opuesto a la impaciencia es obtenida por una disposición profunda creciendo espiritualmente al confiar y esperar con paciencia en Dios como advierte He 6:11-12 Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas. Enseña He 11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 2. La paciencia y la vida eterna. La impaciencia hace que tomemos decisiones fuera de la palabra de Dios y no alcancemos la vida eternal. Jesucristo enseña en Lc 21:19 Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas. Si eres tentado a abandonar o proceder sin Dios, debes tomar “la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Ef 6:17), recorder las promesas de Dios, tener paciencia para perseverar, esperar en Dios y alcanzar la “vida eterna a los que, perseverando en bien hacer, buscan gloria y honra e inmortalidad” (Ro 2:7). La impaciencia traera condenación como enseña Ro 2:8 pero ira y enojo a los que son contenciosos y no obedecen a la verdad, sino que obedecen a la injusticia. Debemos esperar en Dios para heredar las promesas como nuestros antepasados y alcanzar la vida eternal como enseña He 12:1-2 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe. La manera de fortalecer la fe es esperar, tener paciencia en Dios y esperar en las promesas de su palabra como enseña el Sal 130:5 Esperé yo a Jehová, esperó mi alma; En su palabra he esperado. 3. Resultado de la impaciencia. El pueblo de Israel no tuvo paciencia, esperar, tener fe en Dios y en su incredulidad buscaron refugio en Egipto. En Is 30:2 Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto. La confianza en el hombre traerá vergüenza y confusion como enseña Is 30:3,5 Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza, y el amparo en la sombra de Egipto en confusion. todos se avergonzarán del pueblo que no les aprovecha, ni los socorre, ni les trae provecho; antes les será para vergüenza y aun para oprobio. 4. Resultado de esperar en Dios. Descansar en las promesas de Dios traerá salvación y fortaleza para perseverar en el camino de la fe como enseña Is 30:15 Porque así dijo Jehová el Señor, el Santo de Israel: En descanso y en reposo