Sirviendo en santidad - Salmos 101:6

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

144 – Sal 101:6 - Sirviendo en santidad.   Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.   El servicio en la obra de Dios requiere santidad y ser hecho manteniendo nuestros ojos puestos en Jesús (He 12:2), procurando con diligencia cumplir la voluntad de Dios establecida en su palabra. Sirvamos en la obra de Dios en santidad sin envidia ni vanagloria, puesto que estamos llamados a hacer buenas obras, especialmente a los de la familia de la fe como enseña Gá 6:9-10 No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe. Procuremos con diligencia hacer el bien, colaborar con los necesitados, ayudar a la viuda, al anciano y al huérfano, fomentar en nuestros hogares la fraternidad, aún en estos tiempos difíciles, en los que la credibilidad en el hombre se ha perdido, no permitamos que la llama del amor fraterno se apague. Sirvamos en la obra de Dios sin esperar nada a cambio, pues esto agrada a Dios como enseña Jesucristo en Mt 10:8 Dad de gracia, lo que de gracia recibisteis.   1. Desarrollemos la santidad sirviendo al Señor. Sirvamos como el ejemplo Jesucristo enseñado en Mt 20: 27-28 y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. Sirvamos con amor como enseña Jn 13:35 En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Y 1Co 13:3 Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve. Sirvamos con humildad como enseña Pablo en Hch 20:19 sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos. Y en Fil 2:3 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo. Sirvamos en el temor de Dios según el Sal 2:11 Servid a Jehová con temor, y alegraos con temblor. Sirvamos de buena voluntad como exhorta Ef 6:7 sirviendo de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres. Sirvamos con integridad como enseña el Sal 101:6 Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo; El que ande en el camino de la perfección, éste me servirá. Sirvamos respetando y obedeciendo a los que dirigen según 1Ts 5:12-13 Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. Y en He 13:17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso. Sirvamos de corazón a la familia de Dios, los santos de Dios, sabiendo que Dios no olvida la obra realizada como enseña Col 3:23-24 Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís. Y en He 6:10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Finalmente sirvamos de manera firme y constante en la obra de Dios como exhorta 1Co 15:58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. 2. Recompensa por servir en santidad. Cuando servimos de manera responsable, diligente seremos recompensados como enseña 1Co 3:13-14 la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cuál sea, el fuego la probará.