Sirviéndonos los unos a los otros. Gálatas 5:13
Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

Kategorier:
334 – Gá 5:13 – Sirviéndonos los unos a los otros. Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. En Cristo somos libres, pero algunos usan su libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Creen que pueden hacer lo que quieran, solo por el simple hecho de ser perdonado por gracia. En lugar de abusar de esta libertad, ¿qué debemos hacer? El evangelio no nos llama al egoísmo sino al servicio. ¿Por qué? Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. (Gá 5:14). El siervo pregunta: ¿Qué puedo hacer por otros? El egoísta pregunta: ¿Qué pueden hacer por mi? El amor nos motiva al servicio, mientras el servicio demuestra nuestro amor. Están unidos. ¿Qué diría a la persona que sólo se interesa en su propio bien? ¿Qué debe hacer para alcanzar lo mejor para su vida? Enseña He 6:10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. 1. Servidor de los demás. La madre de Jacobo y Juan pide a Jesucristo que en su reino, sus dos hijos, se sienten a su derecha y a us izquierda (Mt 20:21-22). Esto disgustó a los otros diez discípulos. “Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.” (Mt 20:25-28). 2. Jesucristo nuestro ejemplo de servicio. Jesucristo es nuesto mejor ejemplo en servir a los demás en Jn 13:3-5 sabiendo Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, y que había salido de Dios, y a Dios iba, se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando una toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. Jesúcristo explica el ejemplo dado después de lavar los pies de sus discípulos: “Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.” En aquellos días, lavar los pies era el trabajo de los esclavos de más bajo rango, y no de personas importantes. Debemos imitar la misma actitud de Jesucristo según Fil 2:5-8 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Si Cristo se humilló para servir, ¿quiénes somos nosotros para no servir? 3. Aprendiendo por el ejemplo de otros. El apóstol Pablo nos ánima a servir en Fil 2:3-4 Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros. Para el apóstol Pablo, el mayor servicio a otros era de llevarles buenas noticias. Por esto él dice en Ro 1:16 No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación todo aquel que cree”. En 2Co 4:5 Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros como vuestros siervos por amor de Jesús. En 1Co 9:19 Por lo cual, siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número. El apóstol Pablo resume en 2Co 11:22-33 gran parte de sus sufrimientos por el servicio a los demás.