Temor, respeto a la palabra de Dios - Habacuc 3:2
Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

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049 - Habacuc 3:2 Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia. Habacuc sabía que Dios iba a disciplinar a Judá, y que no iba a ser una experiencia agradable. Usaría la nación de los Caldeos, con el rey Nabucodonosor, para disciplinar a la nación por causa del pecado. Dios dijo en Hab 1:6 Porque he aquí, yo levanto a los caldeos, nación cruel y presurosa, que camina por la anchura de la tierra para poseer las moradas ajenas. Habacuc no pidió escapar de la disciplina, sino que aceptó la verdad: Judá necesitaba aprender una lección. Dios sigue disciplinando con amor, para que sus hijos regresen a Él como lo enseña en He 12:5-11. Dice en He 12:7 Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Luego dice en He 12:11 Es verdad que ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados. Habacuc aceptó la voluntad de Dios, y le pidió ayuda y misericordia. I. Hab 3:2a Oh Jehová, he oído tu palabra, y temí. Tu palabra. Habacuc había escuchado en Hab 1:5-11 y Hab 2:2-20, sobre los planes de Dios de hacer juicio a la nación de Judá por causa del pecado. Solo el poder de la palabra de Dios puede quebrantar la piedra como dice Jer 23:29 ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra? Y es la única que puede hacer cambios en la conducta pecaminosa del ser humano como le enseña el Sal 19:7-8 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. y temí. Habacuc tuvo temor de Dios al escuchar la profecía del juicio sobre la nación. El salmista dice en el Sal 19:9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Para obtener la bendición de Dios se requiere guardar, obedecer, la palabra de Dios con temor reverente, como lo enseña el Sal 19:11 Tu siervo es además amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón. Y el Sal 119:11 En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti. II. Hab 3:2b Oh Jehová, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; Aviva tu obra. El conocimiento de la severidad del juicio de Dios llenó de temor reverente a Habacuc. Como si el poder de Dios no se hubiera hecho evidente en mucho tiempo, el profeta pidió al Señor que lo "avivara" o que lo "resucitara", para repetir sus obras poderosas de salvación a favor de su pueblo Israel. Ya había profetizado en Hab 2:14 Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar. En medio de los tiempos hazla conocer. Pablo también pide oración durante tiempos difíciles, para que haya avivamiento, y la palabra de Dios sea predicada en 2Ts 3:1-2 Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea glorificada, así como lo fue entre vosotros, y para que seamos librados de hombres perversos y malos; porque no es de todos la fe. III. Hab 3:2c En la ira acuérdate de la misericordia. En medio de su castigo sobre Judá por mano de los caldeos, el profeta rogó a Dios que se acordara de su propia misericordia ya que es lo único que podemos pedir cuando somos disciplinados por Él. El profeta Jeremías contemporáneo con Habacuc dice en Lam 3:22-23 Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Luego dice en Lam 3:31-32 Porque el Señor no desecha para siempre; antes si aflige, también se compadece según la multitud de sus misericordias. David dice en el Sal 103:17 Mas la misericordia de Jehová es desde la eternida