Una conciencia limpia. Hechos 24:16

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

341 -  Hch 24:16 - Una conciencia limpia. Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres”.   ¿Has notado que cuando dices o haces algo malo experimentas una sensación incómoda dentro de ti? Esa es tu conciencia hablándote; lo hace cuando actúas mal. Para disfrutar el compañerismo con Dios, debes tener una conciencia limpia como dio ejemplo el apóstol: “Entonces Pablo, mirando fijamente al concilio, dijo: Varones hermanos, yo con toda buena conciencia he vivido delante de Dios hasta el día de hoy.” (Hch 23:1).   1. ¿Qué es una conciencia limpia? Es esa libertad de espíritu que viene al saber que estás bien con Dios y con los demás. El Apóstol Pablo dijo: “Y por esto procuro tener siempre una conciencia sin ofensa ante Dios y ante los hombres” (Hch 24:16). Este versículo muestra que una conciencia limpia tiene dos aspectos: 1. El aspecto hacia Dios: Debemos estar bien con Dios. Y saber en nuestro corazón que nada nos separa de Él.  2. El aspecto hacia los hombres: Debemos estar bien con nuestro  prójimo. Saber que hemos arreglado cuentas con los demás de manera que nadie pueda señalarnos con el dedo y decir, “Me hiciste mal y nunca te disculpaste ni intentaste arreglar las cosas conmigo”. 2. ¿Cómo tener una conciencia limpia? La Biblia dice que David era un hombre conforme al corazón de Dios (Hch 13:22). Una razón para esto era el amor de David a Dios y su anhelo de estar completamente bien con Dios, obedeciendo a Dios. David pidió a Dios que le mostrara cualquier pecado que pudiera tener en su vida cuando oró: “Aconseja mi conciencia mientras duermo” (Sal 16:7). “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; Y ve si hay en mí camino de perversidad.” (Sal 139: 23-24). Esta verdad de que debemos arreglar cuentas con nuestro prójimo antes de poder estar bien con Dios, se enseña también en el Nuevo Testamento. El Señor Jesucristo dijo: “Por tanto, si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas de que tu hermano tiene algo contra ti, deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda, reconcíliate primero con tu hermano, y entonces ven y presenta tu ofrenda” (Mt 5:23-24). En este pasaje el Señor Jesús habla de que uno que ha venido a adorar a Dios y de repente, se acuerda que ha ofendido a alguien, debe dejar su ofrenda en el altar e ir primero a reconciliarse con su hermano, y después volver y ofrecer su ofrenda a Dios. ¿Qué significa “reconciliarte” con tu hermano? Significa arreglar cuentas con él, ya sea pidiéndole perdón o haciendo restitución. No podemos adorar a Dios correctamente cantando, orando, ofrendando o en ninguna otra forma, hasta que primeramente, estemos reconciliado con nuestro hermano como enseña Mt 18:15-17. Si queremos tener una conciencia limpia, debemos permitir que el Espíritu Santo examine nuestro corazón y nos muestre las ofensas que hemos cometido contra otros. He aquí algunas cosas que debemos considerar: • ¿Has herido u ofendido a alguien con algo que hayas dicho o hecho? • ¿Has robado a tu patrón a algún familiar o a otros? • ¿Has mentido a alguien y nunca le has pedido perdón? • ¿Has sentido amargura y resentimiento contra alguien? • ¿Has tenido una actitud de falta de perdón hacia alguien? • ¿Te has rebelado contra alguien que tiene autoridad sobre ti (como tus padres, tu jefe, tu maestro, tu líder etc.)? • ¿Has sido desagradecido con quienes te han ayudado? 3. Pasos para tener una conciencia limpia. Para tener una conciencia limpia debemos estar bien con Dios y con el prójimo. 1) Haz una lista de aquellos a quienes debes pedir perdón. 2) Escoge el momento y la forma apropiados para pedir perdón: Al hacerlo debemos ser lo más breves posibles y evitar detalles innecesarios. No debemos involucrar a otros en el asunto a menos que sea absolutamente necesario. 3) Discúlpate correctamente: Cualquiera que sea la situación, cuando nos disculpamos, debemos asumir la responsabilidad total por la parte en que hemos actuado mal.