Viviendo consagrados para Dios. Isaías 6:1-3

Descansando en Dios - En podcast af Francisco Atencio

342 -  Is 6:1-3 - Viviendo consagrados para Dios. “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime,  y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines;  cada uno tenía seis alas;  con dos cubrían sus rostros,  con dos cubrían sus pies,  y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces,  diciendo: Santo,  santo,  santo,  Jehová de los ejércitos;  toda la tierra está llena de su gloria”.   Cuando en la Biblia se dice que algo o alguien es “santo” es porque ha sido separado, dedicado, consagrado  para Dios. La santidad es parte del proceso de la voluntad de Dios para nosotros sus hijos. El milagro de la salvación es inmediato; y en ese momento somos santificados: apartados para Dios. Exhorta el Sal 15:1-2 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.   1. La santidad de Dios. Isaías ve y registra  una experiencia que solo se repite en Apocalipsis 4:8. Dios le permite ver una visión tan abrumadora de su santidad majestuosa, un destello de la creación angélica, sus actividades y la manifestación de la gloria de Dios. También, pudo escuchar las voces antifonales, en las cuales ellos estaban adorando, proclamando el uno al otro, y de un lado a otro: “Santo, santo, santo!” lo cual es una referencia a la santidad infinita de Dios (Is 6:1-3). 2. La voluntad de Dios para con el hombre. Santidad nos lleva al concepto en su máxima expresión, , indicando una total separación de todo lo pecaminoso, impuro e imperfecto. La voluntad de Dios es que vivamos una vida en santidad: “Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en toda vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (1Pe 1:14-16). 3. ¿Por  qué es importante que vivamos en santidad? Su santidad nos asegura que Él es totalmente confiable: Por ser santo Dios jamás se aprovechará de sus hijos; Él jamás abusará de nosotros, jamás nos manipulará, ni nos llevará por mal camino. Su santidad nos garantiza que Él no tiene intenciones engañosas ni motivos cuestionables: Si Dios nos guía con su voluntad santa nunca tendremos que preguntar ¿Tendrá esto mal resultado? ¿Obrará de alguna manera en mi contra? (Jer 29:11; 31:3). Su santidad representa un modelo de perfección como enseña Is 57:15 Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. 4. ¿Está la santidad limitada sólo a Dios? Si el Señor no nos diera su santidad, no podríamos tener comunión con Él. Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. (1Jn 1:5). La Luz aquí es símbolo de pureza. Tal como lo vio Isaías. Él es perfecto en su santidad. “En él no hay ningunas tinieblas”. Si Dios no nos diera de su santidad, pasaríamos toda nuestra vida, separados de Dios, incapaces de ser libres de la oscuridad del pecado. Y no tendríamos la esperanza ni la seguridad de ver a Dios en el cielo porque debemos: “Procurad la paz con todos, y la santidad sin la cual nadie verá al Señor” (He 12:14). Enseña 1Jn 2:6 El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo. 5. ¿Cómo podemor vivir en santidad con Dios? ¿Estamos agradando a Dios con nuestra forma de vivir? Los que andan en la luz, obedeciendo la voluntad de Dios, están ocupados activamente en un andar santo, en un tipo de andar diferente. La santidad no es pasiva. No es algo de lo cual solo es responsable Dios, ya que también nosotros somos participantes activos en el proceso. ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas, Ni jurado con engaño.