364 – Batman: El caballero de la noche regresa

Gcomics - En podcast af Gonzalo Garcia

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Corría el año 1986, y el ambiente del cómic norteamericano estaba en un proceso de transformación profundo. Durante la primera mitad de los años 80, se han suscitado grandes cambios en cuanto a la forma de escribir, dibujar, narrar, editar y vender la historieta en ese gran mercado que era por aquellos años el de Estados Unidos. Exitazos como los X-men y los New Teen Titans apasionaban a miles de lectores que se agolpaban mes a mes en ese nuevo fenómeno cultural que eran las recién estrenadas comiquerías. Grandes artistas surgieron para cambiar a la industria de un solo trazo como John Byrne, George Perez, Walter Simonson, Howard Chaykin y Bill Sienkiwcz, entre otros. Por otro lado, los guionistas volvieron a posicionarse en la industria, algunos con historias repletas de acción y drama como Chris Claremont y Marv Wolfman y otros con tramas oscuras, profundas, macabras e incluso lisérgicas como las que entregaba Alan Moore con “Swamp Thing“. Sin embargo, por aquellos años, hubo un artista que compendía todas esas características. Frank Miller fue sin duda el artista de la década de los 80, que, gracias a “Daredevil” supo revolucionar el cómic de superhéroes dotándolos de drama, oscuridad, acción y un desarrollo incomparable de personajes mezclada con una narrativa digna del cine noir. La serie del cuernitos lo puso en el centro de la escena, haciendo que vuelva a llamar a la atención de la competencia y haga para DC una miniserie muy experimental llamada “Ronin“. Pero no fue hasta 1986 que Frank Miller llegaría al Olimpo de la historieta mundial, redefiniendo al personaje más célebre de este medio y a uno de los íconos culturales más importantes del siglo XX.                    Batman, en los comics, venía de sufrir y aguantar los cambios culturales que trajo la segunda mitad del siglo. Pasó de ser un detective implacable en 1940 a ser un justiciero amigable y campy en los 1960, sin mencionar la enorme censura que supuso el comic code en los años 50, que llevó al hombre murciélago a ser un aventurero de lo extraño y bizarro. En 1970, el caballero oscuro recuperó sus raíces pulp y regresó a ser una criatura de la noche. Pero el publico mayoritario seguía viendo a Batman como esa figura paterna y amistosa de la serie de Adam West. Muy lejos estaba de ser esa criatura de la noche que caza criminales motivado por la venganza.             En 1984, Frank Miller comenzó a bocetar las primeras ideas que tenía para una historia de Batman llamada “The Dark Knight”, o “El Caballero Oscuro” en castellano. Este boceto sería el primero de muchos, hasta que finalmente junto al editor Dick Giordano, finalmente terminaron de moldear lo que sería esta miniserie de 4 números. La idea central de la historia era envejecer a un Bruce Wayne, mostrar a un Batman a sus 55 años reaccionando a la convulsionada y violenta década de 1980. Crímenes sin sentido, guerrillas, drogas, corrupción, políticos mediocres y la manipulación mediática serían los enemigos del hombre murciélago mientras que algún que otro villano clásico volverían para hacer aparición. Sin embargo, la idea principal de Miller era mostrar que solo un ser como Batman sería el único con las agallas, con la inteligencia y con el temple para lidiar con este tipo de problemas. El crimen le había declarado la guerra a la sociedad y la indolencia de los poderes del estado y mediático, la sociedad parece haber aceptado la derrota, es así que el Hombre Murciélago resurge de las sombras como un ángel caído, acompañado por una tormenta de venganza.          Finalmente, luego de tantas idas y vueltas, peleas con el editor mediante, “The Dark Knight” sale a las calles. Frank Miller en guión y dibujos, Klaus Janson en tintas y Lynn Varley en colores, estrenaron con esta historia un formato que sería el abanderado de la madurez del medio: El formato prestige tenía el mismo tamaño que un co...

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