EL CONSEJO

IGLESIA DEL REY - En podcast af Iglesia del Rey

Una mujer, de las mujeres de los hijos de los profetas, clamó a Eliseo, diciendo: Tu siervo mi marido ha muerto; y tú sabes que tu siervo era temeroso de Jehová; y ha venido el acreedor para tomarse dos hijos míos por siervos. 2 Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. 3 Él le dijo: Ve y pide para ti vasijas prestadas de todos tus vecinos, vasijas vacías, no pocas. 4 Entra luego, y enciérrate tú y tus hijos; y echa en todas las vasijas, y cuando una esté llena, ponla aparte. 5 Y se fue la mujer, y cerró la puerta encerrándose ella y sus hijos; y ellos le traían las vasijas, y ella echaba del aceite. 6 Cuando las vasijas estuvieron llenas, dijo a un hijo suyo: Tráeme aún otras vasijas. Y él dijo: No hay más vasijas. Entonces cesó el aceite. 7 Vino ella luego, y lo contó al varón de Dios, el cual dijo: Ve y vende el aceite, y paga a tus acreedores; y tú y tus hijos vivid de lo que quede. 2Reyes 4:1-7 Una madre en dificultades. Cuya familia pertenecía a los profetas. Acudió al profeta Eliseo por un favor. El esposo de ella fue un hombre que temía a Dios y había servido a Eliseo, pero dejo a su familia con una dificultad financiera llamada deuda. Al parecer podríamos resumir esta historia como un problema domestico matrimonial. Pero, aunque lo veamos de esta forma, también podemos notar que la mujer de este hombre acudió a Eliseo por un consejo ya que su situación se había agravado. Sus hijos iban a ser arrebatados de su cuidado. En esta historia encontraremos muchas grandes enseñanzas en relación para nuestros días. Muchas veces nuestras esposas e hijos afrontaran problemas y dificultades como consecuencia de nuestras decisiones, cuales fueran. Todos estaremos expuestos a situaciones donde no necesariamente serás culpable, pero si responsable. Esta madre por estar en la posición donde estaba era responsable por la integridad de sus hijos. Pensar en nuestras madres siempre es lindo poder ver cómo es que ellas afrontan y han afrontado situaciones movidas por sus responsabilidades como madres. A pesar del dolor y dificultades ellas suelen ponerse los problemas en los hombros.  Esta viuda busco la manera de darle solución a su problema.   Buscar el consejo correcto. La historia cuenta que esta mujer se dirigió a buscar a Eliseo. Y es que el consejo sabio siempre vendrá de gente que ande cerca de Dios. No estamos únicamente de conocimiento, sino de sabiduría en medio de nuestras dificultades. Eliseo no solo era el profeta, Él representa a Dios. ¿Dónde esta Dios en medio de tus dificultades? Esta madre en definitiva revela su temor y sabiduría. Ella o fue en búsqueda de cualquier persona, ella fue donde realmente podía encontrar la solución correcta. Ella pudo haber acudido a cualquier persona quizá, pero revela su sabiduría y temor a Dios. Para buscar consejo sabio nuestra prioridad no debería ser solucionar la dificultad únicamente, sino que será necesario el consejo sabio. “Hay soluciones que se convierten en problemas mayores” Esta mujer no actuó únicamente por una solución para su problema ella fue por consejo sabio que solucione su problema. No actuó por desesperación, sino por sabiduría. Eliseo le respondió ¿Qué te haré yo? Creo que para Eliseo en su experiencia como hombre de Dios era más fácil ejercer un milagro de sanidad o simplemente orar por ella y su problema. Me encanta saber que, aunque buscamos el consejo sabio de Dios, la solución o el medio por el cual obrará lo tenemos en casa o cerca de nosotros. Declárame que tienes en casa. Muchas veces en medio de nuestros problemas no podemos visionar claramente, necesitaremos que alguien nos ayude a ver claramente y de manera correcta. “Una vasija de aceite” Consejos ilógicamente sabios. Ve y pide para ti vasijas vacías prestadas de todos tus vecinos, no pocas. Luego enciérrate tú y tus hijos y echa el aceite en las vasijas prestadas. Los consejos de Dios no

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