DIA 219 - Elifaz Responde a Job
La Biblia en Un Año (con el pastor Julian G.) - En podcast af Julian Gamba

Kategorier:
Hoy estaremos leyendo Job 15 y 16, 2 de Corintios 5 y el Salmo 119:1-15. En Job 15, Elifaz responde nuevamente, pero lo hace con dureza, acusando a Job de orgullo y de hablar sin entendimiento. Afirma que el sufrimiento es siempre consecuencia del pecado, una idea que vemos repetidamente en sus amigos, pero que no refleja la realidad del corazón de Dios en este caso.En Job 16, Job se siente profundamente herido por las palabras de sus amigos: “Consoladores molestos son todos ustedes” (v. 2). Expresa que se siente aplastado y acusa a Dios de haberlo puesto como blanco. Sin embargo, en medio de su dolor surge una declaración de esperanza: “Aun ahora, mi testigo está en el cielo; mi abogado está allí en lo alto” (v. 19). Job no entiende su sufrimiento, pero cree que hay alguien en el cielo que intercede por él.Reflexiona: ¿Cómo reaccionas cuando personas que deberían consolarte solo critican? ¿Puedes, como Job, levantar tu mirada y recordar que tienes un Abogado en el cielo?En 2 Corintios 5, Pablo nos recuerda que mientras estamos en este cuerpo, estamos ausentes del Señor físicamente, pero vivimos por fe y no por vista (v. 7). Afirma que todos compareceremos ante el tribunal de Cristo para dar cuentas de nuestras obras (v. 10).Luego, presenta una verdad central del evangelio: “Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; todas son hechas nuevas” (v. 17). Y explica que Dios nos reconcilió consigo mismo por medio de Cristo y nos dio el ministerio de la reconciliación. Somos embajadores del cielo, llamados a anunciar que Dios está ofreciendo paz y perdón al mundo.Reflexiona: ¿Estás viviendo con la conciencia de que eres un embajador de Cristo? ¿Las personas que te rodean pueden ver la nueva vida de Dios en ti?En Salmo 119:1-15, el salmista exalta la belleza de la Palabra de Dios. Declara: “¡Dichosos los que van por caminos intachables, los que siguen las enseñanzas del Señor!” (v. 1). Reconoce que buscar a Dios de todo corazón es clave para no desviarse. También dice: “En mi corazón atesoro tus dichos para no pecar contra ti” (v. 11).La vida recta comienza con una mente y un corazón llenos de la verdad de Dios, y el deleite en su Palabra es el combustible para una obediencia constante.