#30 ¿Eres sincero cuando te apuntas las vías?
Rock and Joy: tu podcast de escalada - En podcast af Miguel Sancho

Hoy te traigo un tema que quería tratar desde hace mucho tiempo, los distintos tipos de ascensiones en escalada deportiva, vamos, lo que son las reglas no escritas de la escalada en roca y lo que supone para mi cada estilo. Si llevas escalando un tiempo lo más seguro es que ya conozcas la terminología, pero aun así es un debate interesante sobre el que me gustaría saber tu opinión; y si estás empezando estarás hecho un lío con si es a flash, a vista, encadenado o si te has escaqueado… Suficiente tienes con llegar arriba para plantearte estas cosas ¿No? Antes de la escalada deportiva Antes de comenzar, voy a repasar brevemente cómo surge la escalada deportiva. Hasta los años 80 en los que surge la escalada deportiva, el objetivo en la escalada era generalmente ascender y llegar a la cima de algún risco, pared o montaña. Se buscaba esta por su belleza, dificultad, itinerario, lugar etc. En su concepción, con el único objetivo de subir y superar la barrera vertical, se escalaba usando medios artificiales, como clavos, buriles, uñas metálicas y empotradores, como ayuda para la progresión. Es decir, que todo valía, tanto escalar con pies y manos cuando se podía, como taladrar un buril e instalar un estribo para ir progresando de buril en buril por toda la pared. En los años 70, la tecnología vertical mejora de tal forma que empieza a ser posible escalar en artificial casi cualquier cosa, en especial si existe la posibilidad de meter buriles (piezas métalicas en un agujero previamente taladrado) en la roca. Y junto con la mejora tecnológica surge un dilema ético. Inicios de la escalada libre ¿Se puede considerar “escalar” cuando se progresa con medios artificiales o ascendiendo por una cuerda fija, través de cuñas, clavos y estribos, o a base de hacer agujeros en la pared? ¿Progresa el escalador o progresa la técnica en detrimento del escalador? Por otro lado, ¿qué relación se establece con la montaña cuando lo que se hace es transformarla? ¿No es contradictorio que aquello de salvaje que atrae de la montaña, ahora se destruya? Surge entonces un nuevo orden, la escalada libre, aquella en la que solo se utilizan pies y manos para progresar, y la pared se deja limpia, virgen de seguros y reuniones tras el ascenso. En esta época se empiezan a liberar antiguos clásicos de artificial, se eliminan buriles y pitones, llegan los primeros pies de gato, mejora la técnica, y se plantea la siguiente revolución. Se empieza a concebir la escalada libre como la búsqueda pura de la dificultad, por encima de la ascensión hacia una cumbre, y con la mejora técnica de los escaladores, la cantidad de líneas que pueden ser liberadas con seguridad con seguros flotantes va haciéndose cada vez más pequeña. ¿Qué pasa con esas placas que se escalaban en artificial y que para escalarlas en libre y con seguros flotantes tienen una exposición terrible? ¿Cómo continúa la progresión deportiva? La escalada deportiva aparece para dar respuesta a aquellos que querían mejorar su capacidad técnica como escaladores centrándose puramente en la dificultad. La escalada deportiva En palabras del pionero Granaíno Manuel del Castillo: “El concepto deportivo, es ser capaz de hacer un tramo de 10, 15, 20, 30 o 1.000 metros usando sólo tus pies y manos para progresar, y los seguros como medio para asegurarte, nunca para avanzar. La escalada deportiva siempre se hace en libre, y supone hacer toda la secuencia de movimientos sin caerte y sin agarrarte a nada, buscando solo la dificultad.” Muy pronto la búsqueda de la dificultad y nuevos objetivos motivó un cambio radical en la concepción de la escalada. En vez de abrir itinerarios desde abajo, con posibilidad de instalación de seguros flotantes (Lo que se llama escalada clásica), se empiezan a abrir vías desde arriba, preparando itinerarios seguros con la preinstalación de chapas que garantizan el aguante frente a las caídas. ¡Fuera riesgos! El paradigma es encontrar la máxima dificultad en un itinerario pre