#44 ¿Cómo afrontar una lesión de escalada?
Rock and Joy: tu podcast de escalada - En podcast af Miguel Sancho

Lesionarse forma parte del juego Estoy seguro de que alguna vez durante tu carrera como escalador te vas a lesionar, si es que no lo has hecho ya… Somos humanos, y de igual forma que caerse, lesionarse forma parte del juego, nos guste o no. Eso no quita que por supuesto, hagas todo lo que esté en tus manos para prevenir lesionarte, y para recuperarte totalmente si ya lo estás. Es por esto, que me parece tan interesante y necesario hablar de este tema, en concreto de cómo afrontar una lesión de la mejor forma posible. Si como yo te apasiona la escalada, cuando te lesionas te das cuenta de lo importante que es para ti, al no poder hacer algo en lo que piensas o hacer a diario. Además, salvo que tengas una fortaleza mental excepcional, lo normal es que te afecte bastante emocionalmente el hecho de estar lesionado. Sin embargo, con el enfoque correcto, la frustración que sientes puede ser la energía que necesitas para transformar tu lesión en el vehículo que te va a llevar a volver mejor escalador que antes. Tony Robbins dice que le encanta estar frustrado, porque cuando lo está, sabe que está a punto de tener una revelación. Vaya mentalidad! Sé que es fácil decir esto cómodamente desde mi silla, sin embargo, al igual que el miedo te puede ayudar a estar concentrado, la frustración te puede ayudar a resolver un problema, aprovéchala. Respuestas usuales frente a una lesión Dos respuestas negativas a esta frustración que se dan mucho entre los escaladores son la negación de la lesión y no hacer nada. En muchos casos, tienes tanta motivación, tanta pasión por subirte a la pared, que te niegas que tienes una lesión. Te auto engañas, y sigues escalando, calentando bien, poniéndote esparadrapo a tope, quizá tomando ibuprofeno… Y esto tiene un riesgo enorme, especialmente en las lesiones más comunes en la escalada. Las lesiones por sobrecarga en tejidos conectivos, como tendinitis y bursitis de los rotadores, codo de tenista o golfista, y las pequeñas rupturas en las poleas. Estas lesiones comunes, suelen empezar con pequeños síntomas, pequeños avisos que si escuchas bien pueden darte las claves para solucionar de una forma rápida y efectiva… y que sin embargo si no se atienden pueden cronificarse y convertirse en lesiones realmente severas que pueden dejarte fuera de juego una temporada. Salvo que tengas muchísima experiencia con ese síntoma, ese dolor en concreto, y sepas que es algo pasajero de unos días que no tiene importancia; negar que lo tienes y no hacer nada al respecto te va a llevar de camino a una lesión gorda tarde o temprano. Aceptación Acepta lo que te está pasando y ponte en camino a la recuperación. En la gran mayoría de los casos, recuperarte de una lesión no requiere que dejes de escalar, simplemente requerirá que cambies tu hábitos. Que cambies el chip del rendimiento al modo recuperación y cambies tus metas a corto plazo, focalizandote en qué puede hacerte un mejor escalador en el medio y largo. He empezado diciendo que lesionarse forma parte del juego, si llevas lo suficiente escalando lo habrás visto a tu alrededor. Pues cuando estés lesionado, no te compares con tus amigos que están a tope ahora mismo. Acuérdate de que también ellos también han pasado por ahí… O de que quizás tengas a algún amigo que lo esté, compararte no te va a aportar nada útil. Sin embargo, reenfocar tus metas, tu planificación de una forma agresiva para potenciar tu recuperación la va a reducir y te va a hacer sobrellevarla de una forma más agradable. Efectos positivos de la lesión Dicho esto, a parte de minimizar los efectos psicológicos negativos inherentes a una lesión, también hay efectos positivos que hay que aprovechar. Seguro que has escuchado o visto casos en los que alguien vuelve a escalar después de una lesión más fuerte, más completo, mejor escalador. Que pocos meses después de recuperarse de un calvario consiguen superar su máximo grado y parecen superar con facilidad retos que antes de su lesión le pare