Madonna, un divorcio y un disco eterno
Sofá Sonoro - En podcast af SER Podcast
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En 1988 una Madonna en proceso de divorcio de Sean Penn y con la mirada triste entró de nuevo a un estudio de grabación tras vender millones de copias de sus tres primeros discos. La chica, que acababa de cumplir 30 años, tenía miles de cosas en la cabeza. La muerte de su madre, la relación con su padre, la necesidad de ser ella misma, de tener una voz propia. Con todas esas cosas en mente Madonna dio forma a una de las grandes obras maestras del pop: Like a Prayer.En 1988 una Madonna en proceso de divorcio de Sean Penn y con la mirada triste entró de nuevo a un estudio de grabación tras vender millones de copias de sus tres primeros discos. La chica, que acababa de cumplir 30 años, tenía miles de cosas en la cabeza. La muerte de su madre, la relación con su padre, la necesidad de ser ella misma, de tener una voz propia. Con todas esas cosas en mente Madonna dio forma a una de las grandes obras maestras del pop: Like a Prayer.Para ese momento de su carrera, Madonna ya no tenía nada que demostrar, se podía haber retirado o sentado en su trono a mirar sus éxitos, pero ella no era así, era una chica ambiciosa y quería más. La cantante venía de firmar el disco más vendido de 1986, un trabajo que arrasó y que sacó 10 millones de copias al segundo disco de aquella lista. Para finales de década la cantante de Bay City era la gran figura de los ochenta junto a Michael Jackson, Whitney Houston y Prince, pero Madonna quería más y en 1989 publicó Like a Prayer y llegó a la cima más alta de la música.Tantos años después es fácil valorar ese disco como una obra maestra del pop. Desde sus arreglos a su propuesta sonora y estética, pero entonces, cuando se editó, Like a Prayer era un trabajo arriesgado y diferente. Hace unos años, Patrik Leonard, socio y productor de Madonna recordaba en una charla ese momento. "Cuando terminamos Like a Prayer el sello le dijo a Madonna que si lanzaba esa canción iba a acabar con su carrera. Era una balada de 7 minutos que paraba y empezaba varias veces y que era armónicamente diferente a todo lo demás en la radio. Ella dijo que vale, que lo sentía pero que la iba a editar. Lo hizo y vendió 18 millones de copias, fue número 1 en todos los países y cambió el rumbo de la música en todos los sentidos".Esta semana dedicamos el Sofá Sonoro a recordar ese momento clave en la carrera de Madonna y lo hacemos junto al músico Igor Paskual y con los reportajes de Lucía Taboada.